A pesar de sus evidentes esfuerzos por seguir manteniendo el apoyo social, y con él, el músculo político, es cada vez más evidente que el nacionalismo catalán atraviesa su momento de mayor decadencia histórica, tanto por falta de apoyo ciudadano como de discurso independentista 'veraz'.
Así pues, desde el fallido golpe de Estado de 2017, en el que Cataluña acabó sufriendo la aplicación del artículo 155 mientras el principal artífice del movimiento secesionista huía a Waterloo para escapar de las consecuencias, que sí llevaron a prisión a otros líderes independentistas, los ciudadanos catalanes han podido comprobar en sus propias carnes cómo la decandencia y la hipocresía cada vez desgastaban más a las principales formaciones secesionistas.
Unas formaciones que, conscientes de su falta de sensatez y discurso político, buscan ahora cualquier contexto que les permita resurgir desde las instituciones, mientras se llenan los bolsillos de dinero público, no sólo de todos los catalanes, sino también de todos los españoles.
En concreto, mientras ERC busca en el diálogo con el Gobierno de España una salida digna al nacionalismo catalán, Carles Puigdemont y el resto de fugados independentistas buscan en los tribunales algo de la dignidad que perdieron en su precipitada fuga de Cataluña.
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Decadencia que se ha visto aún más expuesta ante la pandemia del coronavirus, donde miles de ciudadanos catalanes se han visto desamparados y desprotegidos por un Govern que, sin embargo, financiaba a manos llenas los chiringuitos secesionistas.
Una situación que ha llevado a la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, a reconocer ante los medios de comunicación que el procés secesionista llevado a cabo en 2017 no fue un asunto "serio"... lo que, en otras palabras, viene a reconocer lo que ya muchos en Cataluña intuían: que el nacionalismo catalán no es más que un juego político en el que muchos se llenan los bolsillos gracias a las arcas públicas.
Elisenda Paluzie apuesta por un nuevo "procés"
Sin embargo, la presidenta de la ANC ha defendido la necesidad de retomar la vía del procés secesionista en Cataluña, aunque ha evitado mencionar los verdaderos motivos que le han llevado a hacer esta afirmación.
Así pues, Paluzie ha manifestado que el independentismo tiene un año y medio para preparar "un proceso de independencia serio", y no como el preparado por Carles Puigdemont en 2017.
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"Debemos recuperar la movilización ciudadana, preparar a la gente de los procesos de movilización no violenta que sostenga algún día una declaración de independencia, conseguir pequeñas victorias, fortalecer a los sindicatos independentistas, y trabajar por la lengua" ha propuesto la secesionista en rueda de prensa.
Un "proceso" en el que ha enmarcado a la Assamblea como un organismo "fundamental" para conseguir la independencia, buscando así una recolocación de su entidad de cara, no sólo al movimiento nacionalista catalán, sino también de cara a posibles nuevas subvenciones del Govern a su formación y, por tanto, a su propio bolsillo.