Mucho se conoce sobre la vida, tanto política como personal, de Irene Montero y Pablo Iglesias, más allá de haber sido la pareja por excelencia del Congreso de los Diputados durante los últimos años, así como los grandes líderes de Unidas Podemos, al menos, ante las cámaras.
Y es que gran parte de la opinión pública española conoce el chalet de Galapagar del que han disfrutado durante años los dos podemitas, la edad y la condición de prematuros de sus hijos, y un largo etcétera de anécdotas y cuestiones familiares.
Del mismo modo, también es conocido por gran parte de los ciudadanos españoles el origen de ambos, sus trabajos antes de convertirse, respectivamente, en ministra de Igualdad y vicepresidente segundo del Gobierno: ella, cajera en unos grandes almacenes; él, doctor en ciencias políticas de la Complutense.
Sin embargo, sí que han pasado desapercibidos, para gran parte del público, los inicios de esa pareja, a pesar de que fueron ante las cámaras, y en vídeos que, actualmente, están disponibles en Internet.
Unidos por la televisión podemita
Así pues, se conoce que ambos coincidieron, en su juventud, en Moratalaz, donde ambos residieron durante años, pero sin llegar a conocerse. Algo que no sucedió hasta su llegada a Vallecas, donde finalmente se conocieron, gracias a un recién nacido Podemos.
Una formación morada en auge que hace que ambos comiencen a "trabajar juntos", tal y como relataba Irene Montero a La Vanguardia. Sin embargo, no fue hasta 2014 cuando se les vio por primera vez juntos, aunque, según los rumores, aún no revueltos, debido a la relación de Iglesias con Tania Sánchez, a quien abandonaría poco después.
La Fiscalía ignoró millones de comisiones del PSOE durante su gestión de la pandemia
En concreto, fue en los platós de Tele K, a donde Irene Montero acude como representante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) donde la actual ministra coincidió con Iglesias, mencionándole por primera vez en su cuenta de Twitter gracias al programa.
Un programa en el que ya se veía la 'chispa' existente entre ambos podemitas; la misma chispa que hacía que, un año más tarde, Iglesias rompiera con la diputada de IU, y prometiera el cargo de vicepresidenta a Montero si ganaba las elecciones, provocando los primeros rumores de noviazgo, que no se confirmarían hasta febrero de 2017.