El vestuario está que trina: Messi echó a Luis Suárez del Barça

La plantilla se pregunta si ha valido la pena echar a Luis Suárez, Rakitic y Arturo Vidal para que Messi pueda seguir cobrando hasta el último euro de su contrato.

El vestuario está que trina: Messi echó a Luis Suárez del Barça
El vestuario está que trina: Messi echó a Luis Suárez del Barça

La filtración del contrato de Leo Messi (555 millones en cuatro años) no ha pasado desapercibida en el vestuario del Camp Nou, en donde sus jugadores no hablan de otra cosa cuando el argentino no está presente.

Todos los jugadores del plantel culé imaginaban que el contrato de Leo Messi era estratosférico, lo que no podían imaginar es que llegara a estos niveles, que pudiera quedar libre para marcharse si así lo decía él al final de cada temporada y que por irse le paguen una cláusula de fidelidad de 39 millones.

Messi se come un tercio de la masa salarial del Barça

Las cifras marean a los jugadores de la plantilla azulgrana, que ahora empiezan a entender las cosas y a comprender por qué el club está tan mal financieramente y por qué este verano se fueron prácticamente gratis Luis Suárez, Rakitic y Arturo Vidal.

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Es tan sencillo como que Messi se come solo un tercio de la masa salarial de la plantilla y que para retenerle a él había que soltar lastre y dar salida a otros jugadores, especialmente a los que tenían un salario más elevado, independientemente de las necesidades deportivas del equipo. 

Y el asunto puede traer consecuencias negativas, y más en un momento en el que la estrella de Messi ha dejado de brillar. Sigue marcando goles y dando asistencias. Pero ahora de tanto en tanto. Sin ir más lejos, necesitó de 62 disparos para volver a anotar un gol de falta. Ya no se va de nadie, ha perdido velocidad y explosividad, falla en el pase y ha dejado de ser infalible ante la portería contraria (ante el Athletic falló tres cara a cara con el portero).

555 millones que producen mal rollo

Y esos 555 millones producen mal rollo en un grupo al que se ha pedido a todos sus integrantes que se rebajen el salario. Aceptan que Messi es el número uno, pero también ven en el campo que la diferencia entre el astro y los demás no es entre 15 y 20 veces favorable a un Messi que hace ya muchos meses que dejó de ser un extraterrestre para convertirse en un futbolista terrenal y en ocasiones vulgar (París, Roma, Anfield y Lisboa, sin ir más lejos). 

El contrato de Messi deja al descubierto la manga ancha de LaLiga y la UEFA con el Barça

Messi ha perdido peso en el vestuario del Barça. Con Luis Suárez y Arturo Vidal había formado un auténtico clan hegemónico de veteranos con mando en plaza. Ahora está muy solo. Piqué se ha desmarcado de él y sólo le quedan los fieles Jordi Alba y Sergio Busquets dispuestos a seguir concediéndole el tratamiento de fuera de serie que toda su vida ha tenido en el Camp Nou. Los demás no están en esta honda. Empezando por Ter Stegen y acabando por Griezmann y el clan francés que arrastra con él.

Y es que quien menos se ha hecho esta reflexión: ¿Vale la pena echar a Luis Suárez, Rakitic y Arturo Vidal para poder mantener a un futbolista que se pasea en el campo y que ofrece su calidad en cuentagotas?