Las elecciones a la Comunidad de Madrid daban la victoria absoluta a la popular Isabel Díaz Ayuso y provocaban una de las noticias más inesperadas de la noche: la dimisión de Pablo Iglesias, no sólo al frente de Podemos en Madrid, sino de todos sus cargos políticos.
Así pues, Yolanda Díaz se convertía, a la espera de unas primarias, en la líder indiscutible de la coalición morada, dando un giro absoluto a la actitud de la formación, calmando el discurso contra el PSOE dentro del Gobierno, y abriendo las puertas al diálogo con otros representantes políticos y agentes sociales.
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Un "cambio de ciclo" dentro de Unidas Podemos que mantendrá el "espíritu" de la formación, mientras se analizan y estudian las posiciones que han provocado, en los últimos dos años, el alejamiento de los pricipales barones podemitas, así como de gran parte de los votantes de la formación, hastiados de los márgenes de acción de la coalición de Iglesias.
Ha sido la propia Ione Belarra la que ha explicado , de cara a Vistalegre IV, que la nueva "fase" política de Podemos estará centrada en la necesidad de "dejar atrás" la etapa de Pablo Iglesias, y la predisposición a conseguir alianzas.
Podemos quiere a Más Madrid... pero no a Errejón
Estas alianzas podrían estar centradas en los esfuerzos de acercamiento que está realizando Unidas Podemos hacia Más Madrid, y su marca nacional Más País, después de que la formación se haya convertido en la primera fuerza de oposición a Ayuso en la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, este acercamiento entre las formaciones está condicionado, y mucho, por el ex líder de la formación podemita; y es que Yolanda Díaz, sin duda condicionada por las ideas que aún residen de Iglesias en la formación, no aceptará un 'reencuentro' con Más Madrid, si Íñigo Errejón continúa al frente.
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"Yolanda Díaz no va a dar ningún giro hacia Errejón" aseguran fuentes de Podemos a Vozpopuli, "otra cosa es que si Íñigo se aleja, con Unidas Podemos sin Pablo y un Más País sin Errejón, tenga sentido hablar de unión".
Una unión que puede ser necesaria de cara a las próxima elecciones generales, ya que el enfado de la ciudadanía con el Gobierno actual, y la gran división de votos que se produce dentro del bloque de izquierdas, podrían llevar al Partido Popular a ganar la Moncloa, con o sin ayuda de Vox.