Los españoles no olvidan. Cataluña y sus costas ya no son su destino en vacaciones. Antes de la crisis política de 2017, los hoteles de la costa catalana recibían entre un 10 y 20% a turistas nacionales.
Aunque están a punto de colgar el cartel de no hay habitaciones, los hoteleros catalanes están preocupados. Quieren recuperar al turista español que desapareció hace dos años por culpa del procés.
“La pérdida de turismo nacional empezó con el 1 de octubre y no se ha recuperado”
El presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la provincia de Tarragona, Eduard Farriol, muestra su preocupación: “si los hoteles no llenan durante el puente de la Asunción de la Virgen, mal vamos”.
Pero el turismo nacional no es el único que han perdido. El centroeuropeo también está bajando, cansados de la política y asustados por la ola de crímenes sin precedentes en España y concretamente en Barcelona.
“Ya lo notamos en 2018”
Una manada a la semana y varios asesinatos, tiroteos y apuñalamientos en la ciudad Condal hacen que países extranjeros ya avisen a sus ciudadanos de lo peligroso que supone viajar a Barcelona. (La Barcelona de Colau se vuelve peligrosa: ¡¡Dos apuñalamientos en una noche!!)
Franceses, belgas, holandeses y alemanes empiezan a descartar la Costa Brava y Costa Dorada como lugar de destino. Por el contrario, los rusos están creciendo más de lo que creía y los británicos se mantienen pese al Brexit.