Carmen Borrego vendía la pasada semana que se había infectado del coronavirus. "¿Qué le falta por vender?", se preguntaban con malicia algunos excompañeros.
La cuestión es que sus exclusivas se han devaluado hasta tal extremo que se le auguran unos tiempos difíciles a nivel mediático.
Y el problema para Borrego es que como directora de televisión no es reclamada, sus programas son calificados en el sector como "desfasados", y como personaje de Mediaset está condenado a pasar por un reality-show de convivencia o quedarse en la estacada.
Ella tuvo una breve y mala experiencia en 'Sálvame okupa', programa que estuvo marcado por el tartazo que le arreó Payasín.
Y también participó en dos espacios que no imprimían el nivel de estrés de 'GH VIP' y compañía: 'Las Campos' y 'Ven a cenar conmigo, gourmet edition'.
Problemas
Contaba Lecturas que "el ánimo de Borrego está tocado estos días, permanece confinada en su habitación sin mantener contacto alguno con su marido. Este le deja una bandeja con la comida en la puerta, y de la misma manera le hace llegar todo lo que necesita. Como mandan los protocolos, no comparten ningún espacio".
Tampoco parece muy feliz María Teresa Campos, que hace unos meses echaba pestes de 'Sálvame' y ahora se gana un minuto de gloria interviniendo por teléfono en el 'Sábado deluxe' que se mofa de su hija Terelu.