La DGT lanza una clara advertencia: todo el que sea 'pillado' haciendo esto está incumpliendo la ley. La máxima autoridad vial no ha tenido problemas en señalar que la nueva práctica que está de moda entre muchos conductores es objeto de infracción. Esta manera de eludir las normas no es tan innovadora como parece, ya que cae en uno de los trucos más viejos que se conocen en nuestro país.
Las matrículas son una parte fundamental del vehículo, puesto que permiten identificarlo en la carretera y llegar hasta el responsable de mantenerlo en perfecto estado. Sin embargo, la última jugarreta de algunos conductores que van de listos es en realidad una trampa mortal para ellos mismos: se exponen a una multa de 600 euros. Muchos, para evitar que su matrícula sea reconocida por los radares o en los controles, han colocado un imán en forma de hoja de árbol, que queda adherido a la matrícula y dificulta su lectura.
La DGT lanza un serio aviso a los conductores: la ley cambia y la multa asciende a 300 euros
Este pequeño imán alcanzó unas cotas de popularidad estratosféricas en las redes sociales, y el impulso que le ha dado TikTok ha hecho que muchos conductores españoles se animen a probar este método para evitar ser multados en controles de velocidad por radar. La sofisticación de este aparato es sorprendente: cuenta con un mando a distancia que desactiva la carga magnética del imán, provocando que se caiga y deje limpia la matrícula en caso de control de la Guardia Civil u otra autoridad vial.
La sencillez del funcionamiento de este dispositivo ha animado a muchos a incorporarlo a sus vehículos sin saber las consecuencias a las que se enfrentan. La DGT ya ha puesto en marcha un plan de actuación contra los usuarios de este imán en forma de hoja, por lo que aplicarán todo el peso de la ley con quien los use.
Aunque pueda parecer una inocentada, obstaculizar la visión de la matrícula es una infracción grave según el código de circulación. Por eso, los conductores que lo hagan pueden enfrentarse a multas que lleguen a los miles de euros. La sanción más baja son 600 euros y la pérdida de un par de puntos del carné. Desde aquí, se añaden una serie de agravantes que hacen más doloroso todavía el castigo.
Llevar la matrícula en mal estado o ilegible es otra infracción del código de circulación, por lo que se suman otros 200 euros a la cuenta final de la multa. Además, con la colocación de este imán en la matrícula se incurre en una infracción grave: manipular la matrícula para que no sea identificada. Este delito está especialmente castigado por la ley vial en España, con multas que llegan hasta los 6.000 euros.
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Por tanto, la colocación de un simple imán en forma de hoja supone un riesgo tremendo para el conductor que realiza este comportamiento. No solo porque está poniendo su vida en peligro, sino también la de los demás. También se enfrenta a una durísima sanción económica que podría desembocar en la retirada del permiso de conducir y una multa superior a los 7.000 euros por la concurrencia de hasta dos delitos graves.