El aumento del precio del combustible ha provocado que cada vez que repostemos en una gasolinera no perdamos de vista el contador y comprobemos que, efectivamente, hemos llenado el depósito de nuestro vehículo con los litros que queríamos. Sin embargo, hay varios trucos para aprovechar al máximo cada visita a la gasolinera que son cada vez más socorridos ante el aumento de los precios.
Uno de estos trucos más populares es el truco de las probetas de medición. Por normativa legal, todos los surtidores deben contar con una probeta de medición para comprobar la cantidad de carburante que circula a través de las mangueras. Los empleados de estos establecimientos no pueden negar el uso de estas probetas de medición, por lo que de una forma u otra hay un beneficio para el consumidor: se puede comprobar qué cantidad real de carburante se introduce a través de la manguera o bien se puede denunciar a la gasolinera por incumplir la ley.
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Este secreto ha sido revelado por el medio alemán especializado en automoción 'Auto Bild', que ha hecho un profundo estudio sobre las gasolineras que 'estafan' a sus clientes haciendo que reposten menos carburante del que en realidad están pagando. Esta práctica, que está más extendida de lo que pudiera parecer según revela 'Auto Bild', está considerada una estafa y es denunciable ante las autoridades.
La sensación de estafa que muchos conductores sufren en su día a día cuando acuden a las gasolineras para llenar los depósitos de sus vehículos podría ser la consecuencia directa de esta innoble práctica tan habitual en las gasolineras europeas. El propio 'Auto Bild' ofrece una guía paso a paso para aplicar el truco de la probeta de medición y evitar que seamos estafados cuando acudamos a un surtidor para llenar el depósito.
Las probetas de medición suelen tener una capacidad de 10 litros, por lo que esa es la cantidad con la que se debe intentar probar el truco de la probeta. Después de haber repostado, se debe introducir este aparato en el depósito a través del hueco donde encaja la manguera del surtidor. Al cabo de varios segundos, la probeta debe salir del depósito para realizar la medición final. Si el objeto se ha llenado pero marca un cantidad diferente a la que habíamos seleccionado, la gasolinera ha intentado estafarnos y podemos aportar esta medición como prueba en un posible enfrentamiento legal.
La perspicacia de los responsables de estos establecimientos impide que los usuarios puedan disfrutar de todo el carburante por el que están pagando, especialmente con el contexto actual: la inflación, la guerra entre Rusia y Ucrania y la inestabilidad económica que ha provocado la pandemia de la COVID-19 en todos los países alrededor del mundo.
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Los descuentos aplicados por el Gobierno han quedado anticuados y no evitan que los españoles sufran cada vez que deben llenar los depósitos de sus vehículos. La desprotección de la rebaja de 20 céntimos ordenada por Pedro Sánchez es insuficiente y sigue hundiendo a España todavía más en una crisis de la que será complicado salir.