Cpomo no podía ser de otra manera, a Quim Torra le ha faltado tiempo para montar el numerito en las calles de Madrid antes incluso de que diera comienzo el juicio contra los responsables del golpe de estado que se intentó dar en Cataluña el pasado año. Torra participó en una manifestación de separatistas con banderas republicanas en las calles de Madrid.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía procedieron esta mañana a identificar a un ciudadano que enarboló una bandera española justo en el momento en el que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, se sumaba a una pequeña concentración organizada por la ANC en el Paseo Recoletos, esquina Bárbara de Braganza, en las proximidades del Tribunal Supremo.
Torra se incorporó a la concentración en la que había unas 30 personas minutos antes de la nueve de la mañana. Le esperaban en dos grupos separados los senadores del PDeCAT Marta Pascal y Josep Lluis Cleries de un lado y de otro el dirigente de ERC, Joan Tardà y el presidente del Parlament, Roger Torrent.
En el momento de sumarse Torra los dos grupos se han juntado y han empezado a ondear banderas republicanas y a proferir tímidas consignas de libertad para los presos independentistas.
La bandera de España es pecado en Madrid
En ese momento, un hombre vestido con chándal y sudadera ha sacado una bandera española. Los policías que se encontraban allí han procedido inmediatamente a apartarlo e identificarlo.
Por otra parte, junto a la concentración de la ANC, cinco personas han desplegado una pancarta de solidaridad entre "Catalunya y Euskal Herria".
Asimismo, los concentrados, con Torra y Torrent, a la cabeza, han posado con una pancarta en la que se lee: "Decidir no es delito".
Gritos de "golpista" contra Torra
Un grupo de personas que esperaban pasadas las 9.30 horas de la mañana a las puertas del Tribunal Supremo para entrar como público a la primera sesión del juicio del 'procés' irrumpieron con gritos de "golpista", cuando el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, llegó a las puertas del Alto Tribunal.
El político catalán llegó al Supremo en un convoy de tres coches y fue al bajarse del automóvil cuando una parte del público que hacía cola para entrar en el edificio cuando comenzaron a llamarle "golpista".