Hace apenas unos días, Laura Borràs daba la sorpresa a los partidos independentistas, acatando la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y retirando el escaño parlamentario a Pau Juvillà en la Cámara catalana.
Una decisión de la independentista que chocaba frontalmente con su propuesta inicial en el Parlament de desobediencia total, tanto a esta decisión judicial, como a la sentencia que obliga a todos los colegios a ofrecer un 25% de asignaturas en castellano, justificando la presidenta del Parlament que había decidido obedecer después de que ERC y la CUP no quisieran aceptar una estrategia de "desobediencia colectiva" que ella misma les trasladó.
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Excusa que no sirvió a cuperos ni a republicanos, que aseguraron no haber recibido dicha propuesta... ni tampoco a Carles Puigdemont, que ha llamado a Laura Borràs para que se presente ante él en Waterloo a rendir cuentas.
Una 'cumbre' entre ambos de la que aún no ha trascendido temática específica, pero que parece haber servido para que el expresident de la Generalitat de un fuerte tirón de orejas a la presidenciable de su partido, quien parece haber entendido el mensaje y 'vuelto al redil' independentista de JxCat.
Borràs vuelve a la independencia
Así pues, días después de haber acatado las sentencias dictadas por Justicia, Laura Borràs parece haber 'regresado' a la línea del independentismo marcada por JxCat, o lo que es lo mismo, por Carles Puigdemont.
Y lo ha hecho a través de las redes sociales, donde la presidenta de la Cámara catalana ha agradecido su labor a los radicales independentistas de Meridiana Resisteix, coincidiendo su aplauso a este colectivo indepe con la decisión de Interior de trasladar las protestas a una zona menos conflictiva.
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"Entender que Meridiana Resisteix es una forma de la resistencia que nos hace falta como país cuando hay tantas ganas de olvidar de dónde venimos y por qué nos encontramos como nos encontramos. Gracias amigos" ha destacado Borràs en su cuenta de Twitter.
Un acto más que demuestra que, a pesar de haber asegurado que no volverá a participar en el día a día de la política regional catalana, Carles Puigdemont sigue manejando, desde las sombras, los hilos que mueven a JxCat y a sus principales representantes.