El terrible testimonio del Mosso que abatió al quinto terrorista de Cambrils

(Imagen de archivo) Estremecedor testimonio del policía que tuvo que abatir al quinto terrorista en Cambrils

18 de Agosto de 2019
El terrible testimonio del Mosso que abatió al quinto terrorista de Cambrils
El terrible testimonio del Mosso que abatió al quinto terrorista de Cambrils

Han pasado dos años y el Mosso, que no revela su identidad para salvaguardar su vida, ha concedido la primera entrevista

El policía, que trataremos bajo el pseudónimo de Pep, ha concedido una entrevista a El Periódico para narrar lo ocurrido en el atentado de Cambrils donde perdió la vida otra persona. “Lo volvería a hacer”.

Cinco terroristas fueran abatidos en Cambrils, cuatro de ellos por el mismo agente y el quinto, por Pep

Guillem Sànchez, el periodista que lleva a cabo la entrevista, le pregunta: “¿Qué decía el aviso de la emisora?”. Pep se acuerda a la perfección de las palabras que oyó: “¡Atentado, atentado! Por favor, venid rápido, agente herida”. De fondo se escuchaban los disparos.

Era el aviso que mandó por radio la Mosso atropellada por los terroristas, que estaba vigilando el club náutico con motivo del dispositivo Cronos, activado después de los atentados en Barcelona.

Atropellaron a una señora causándole la muerte y después arremetieron contra la Mosso con su vehículo

Ella, herida, junto con su compañero de patrulla, desenfundaron las armas y dispararon a los terroristas, que salieron del vehículo (volcado tras el atropello) por las ventanas, armados con cuchillos, hachas y chalecos bomba (falsos) al grito de Allahu akbar.

Consiguieron abatir a cuatro de ellos. El quinto salió huyendo hacia el paseo marítimo abarrotado de personas que estaban cenando. Pep y su compañero ya se habían puesto el chaleco antibalas.

A Pep se le eriza la piel cada vez que lo recuerda

Colocaron la sirena en el coche (coche patrulla de la secreta) y acudieron a toda velocidad hasta allí, esquivando la marabunta de personas que corrían en dirección contraria.

Por el camino, un ciudadano de vacaciones se identificó como policía local de Valls y les señaló al joven de 20 años de origen magrebí, que llevaba un chaleco bomba falso.

Pep cruzó el coche bloqueando la calle y con la esperanza de que el vehículo les protegiera de una posible explosión. Le gritaron sin parar “al suelo, policía”. El terrorista no hacía caso.

“Nosotros somos patrulleros y no tenemos la formación de las unidades de élite. Hicimos lo que pudimos. Y lo hicimos bien”

Divisaron un detonador en su mano pero no era un detonador, era la empuñadura de un cuchillo sin filo. Un filo que estaba clavada en otra victima a la que apuñaló en su huida.

El terrorista se intentó acercar a ellos. Ambos abrieron fuego. Dispararon una ráfaga de 4 o 5 disparos. Cayó al suelo y pocos segundos después se levantó. Pep no sabía si habían fallado o si llevaba un chaleco antibalas.

“No sabíamos que el chaleco era falso, sino, habríamos actuado de otra manera”

Siguió acercándose a Pep. Cuando el terrorista estaba a una distancia de 3 metros, el Mosso volvió a apretar el gatillo. Se terminó “la pesadilla”. Todos los policías implicados necesitaron terapia psicológica. (Así son los nuevos yihadistas 'españoles': ¡¡Están entre nosotros!!)