Día tras día, los testimonios del juicio al procés siguen sacando los colores a los golpistas catalanes.
Un cabo de la Guardia Civil que participó en el dispositivo policial el 1-O en Sant Carles de la Ràpita ha hecho un testimonio de lo más esclarecedor.
“Llovían piedras”, ha explicado el cabo de la Guardia Civil sobre el momento en el que las furgonetas del Instituto Armado abandonaron el municipio catalán con las urnas.
“Nos lanzaron bastantes piedras. El convoy se cortó en dos partes, por lo menos", apunta el testigo.
“Vi cómo le llovían piedras a los compañeros”
“Vi cómo le llovían piedras a los compañeros”, ha apuntado el cabo, que contempló la escena a “200 metros” de distancia.
“Eran entre 30 y 40 personas que venían corriendo detrás, cogieron piedras de una rotonda y empezaron a tirarlas contra los vehículos".
"Las piedras no cabían en una mano”, ha detallado el cabo. (Un policía le quita la 'careta' al abogado de Junqueras en el juicio por el 1-O)
"Mi cometido era custodiar los vehículos. Se produjeron lanzamientos de objetos cuando vino la comitiva judicial con las urnas. Toda la masa vino hacia nosotros y fue cuando recibí el impacto de una moneda en la cara, cerca del ojo… Vi volar botellas de agua", ha añadido.
"La gente nos acosaba a medio metro de distancia. Nos insultaban y nos increpaban", ha testificado otro guardia civil destinado el 1-O en Mont-Roig del Camp (Baix Camp).
“Durante la actuación sufrí un esguince en la muñeca. Estuve entre dos y tres meses de baja. Cumplimos con nuestra misión", ha sentenciado.