El Supremo traspasa al TSJ la causa contra los chanchullos de la corrupta Laura Borràs

El Supremo traspasa al TSJ la causa contra los chanchullos de la corrupta Laura Borràs
El Supremo traspasa al TSJ la causa contra los chanchullos de la corrupta Laura Borràs

Al perder su condición de diputada del Congreso de los Diputados para acceder al puesto de presidenta del Parlament de Cataluña, el Tribunal Supremo se declara incompetente sobre su causa y la traslada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

El Supremo abrió el procedimiento contra Laura Borràs por presuntos delitos de prevaricación, fraude a la Administración, malversación de caudales públicos y falsedad documental en la etapa en la que fue directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). 

Hasta este momento, Eduardo Porres, el instructor de la causa, ha reunido pruebas documentales y periciales contra la actual presidenta del Parlament, que en julio se negó a responder a sus preguntas en relación con 18 contratos cuya tramitación irregular se están investigando, a pesar de que fue necesario cursar un suplicatorio al Congreso para obligarla a comparecer.

Investigada por 18 contratos por los que pagó 259.863 euros

Borràs pagó 259.863 euros por esos 18 contratos que fueron adjudicados a un amigo personal de Borràs, Isaías Herrero, que también está siendo investigado.

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La Justicia estudia una posible prevaricación de Borràs por lo que pouede entenderse como "voluntad de favorecer los intereses" de su amigo Herrero de acuerdo a una prueba clave que se ha encontrado en una cadena de correos electrónicos enviados en 2013 y 2014 en los que Borràs señala de "forma muy explícita" a Herrero como debía proceder.

 

Para acabarlo de arreglar, una de las empresas que licitó para conseguir uno de los contratos presuntamente irregulares, Lab Hermeneia, había sido creada con anterioridad por la diputada catalana, aunque finalmente la adjudicación fue a parar a una de las empresas de Herrero, que presentó un presupuesto de 100 euros menos, según informa Europa Press.

Además, se produce la sospecha fundada de que Borràs y Herrero habrían actuado de común acuerdo mediante el fraccionamiento ilegal de esos contratos y la falsificación de los presupuestos presentados en cada uno de los expedientes, simulando la participación de terceras personas independientes, indica la misma fuente.

El amigo de Borràs aportaba al concurso de adjudicación tres presupuestos de los que algunos eran falsos o simulados, aportando conceptos o importes adecuados para que fuera él quien resultara adjudicatario.

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De Porres envió un escrito al Congreso en el que informaba de que "ha existido un claro perjuicio para el erario público al resultar imposible determinar el trabajo realmente realizado y su valor económico, en base a unos conceptos e importes inventados y que finalmente se trasladaban a las facturas presentadas al cobro, directamente e indirectamente por Isaías Herrero".

En una de las conversaciones interceptadas a Herrero éste reconoce a su socio que tiene unos "trapis" con la entonces: "con la Borràs, con la jefa, yo facturo con la Cooperativa, yo facturo unos trapis por allí", afirmando que hacía "dos presupuestos buenos y cuatro no buenos...".