Era previsible que Quim Torra no se saldría con la suya en su objetivo de tomarse la justicia por su mano y decidir sobre las condenas de los presos golpistas sacándoles de la cárcel de acuerdo con sus caprichos. El Supremo se ha puesto a estudiar el caso y de momento ha decidido retirar a Carme Forcadell su privilegio de la semilibertad.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha estimado el recurso de la Fiscalía y tumba la concesión de semilibertad de la expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell otorgada por el artículo 100.2 del reglamento penitenciario. (El privilegiado trato de VIP que recibe Carme Forcadell: ¡Cárcel a la carta!)
Los argumentos del Tribunal Supremo
Los magistrados alegan "falta de justificación y desconexión con la reinserción" en el auto en el que se le concedió el 100.2. Es decir, "no existe ninguna conexión" entre el programa de tratamiento aprobado (tareas de voluntariado y acompañamiento a un familiar fuera de la prisión) y el proceso de reinserción. Y rechaza como "injustificable" que se aplique a los presos golpistas "este régimen de semilibertad de facto del que disfrutaría antes de haber cumplido ni una cuarta parte de la condena".
La Sala establece también que los recursos de apelación sobre la aplicación del 100.2 a los presos debe resolverlos el tribunal sentenciador y que el recurso del fiscal tiene efectos suspensivos. (¡Vaya morro! Carme Forcadell celebra sus 800 días de cárcel en el comedor de su casa)
Tercer grado encubierto
El Supremo sostiene que no está justificado el permiso que disfruta Forcadell para salir de la prisión a trabajar. Además, como la competencia para decidir sobre el caso es suya, revoca la aplicacion del artículo 100.2 para Forcadell "por falta de justificación y desconexión con la reinserción" ya que todo indica que estamos ante un tercer grado encubierto.
El caso de Carme Forcadell no será aislado, y el Tribunal Supremo estudiará la situación de los otros presos golpistas condenados, que andan sueltos por ahí como si no hubieran maquinado y organizado un intento de golpe de estado.
El Tribunal Supremo ha revocado el auto del juzgado de vigilancia penitenciario número 3 de Lleida, que dio validez el régimen del 100.2 para Carme Forcadell. Y avisa que todos los recursos de apelación sobre el tema deberán pasar por el Supremo.
De esta manera queda en suspenso la estrategia de Torra de activar una justicia a la carta aprovechando las competencias que el Estado de Derecho otorga a las comunidades autónomas para tomar decisiones en su territorio. (¡¡Pillada!! ¡¡La malversación de libro de Carme Forcadell al descubierto!!)
"Es una venganza del Supremo"
Carme Forcadell ha lamentado que el Tribunal Supremo revoque sus salidas en aplicación del artículo 100.2: "No me sorprende, de este tribunal no espero justicia, sé que es venganza".
En un apunte en Twitter, Forcadell ha recalcado que la competencia sobre la aplicación de este artículo del Reglamento Penitenciario que permite salidas para trabajar o hacer voluntariado "es competencia" de la Audiencia Provincial y no del Supremo.