Estas cosas están pasando en la Cataluña que vive bajo el yugo de los caprichos del independentismo. Un dirigente de las Juventudes Demócratas de Cataluña propone que la Generalitat no vacune a los policías y guardias civiles de la región porque "no se sienten catalanes".
Es difícil encontrar situaciones más parecidas al terror nazi aplicado contra la población judía a mediados del siglo XX. ¿Qué sería de Cataluña si un día pudiera estar en sus manos?
El autor de la frase que propone dejar sin vacuna a policías y guardias civiles porque "no se sienten catalanes" es un tipejo llamado Adrià García y que forma parte del cuadro dirigente que forma a los cachorros independentistas de las Juventudes Demócratas de Cataluña, dependientes de JxCat, el partido de Puigdemont. En su formación del espíritu nacional antiespañol se contempla que la Generalitat no vacune ni a policías nacionales ni a guardias civiles.
¿Por qué? Sencillamente porque ellos han decidido que no se sienten catalanes. Y es que no se puede ser catalán si a la vez no se es antiespañol.
Vacunar antes a los que participaron en el I-O
El tal Adrià García sostiene que no hay que vacunar a los guardias civiles por "lo que hicieron a los votantes del 1 de Octubre", el nefasto día del referéndum ilegal que maquinó Puigdemont. García es miembro de la ANC, de la Crida y del Consell de la Repùblica de Puigdemont, y ha participado en un debate en el que también se ha podido oír: "¿Por qué no vacunamos primero a la gente que participó en el 1-O?".
Y no pasa nada. Los Sindicatos de la Policía Nacional y la Guardia Civil están hartos de reclamar un trato equitativo. Policías y Guardia Civil esperan que llegue su torno para que sus agentes sean vacunados mientras todos los Mossos D´Esquadra ya han recibido en su totalidad las correspondientes. ¿Será porque ellos sí se sienten catalanes y llegan al mínimo exigido de antiespañolismo?
Adrià García lo ha soltado en el programa Opina Youth de TeveCat. Y las respuestas no se han hecho esperar, aunque eso no significa que los policías y guardias civiles reciban el trato que merecen en Cataluña.