Joan- Enric Vives, copríncipe de Andorra y miembro del obispado de la Seu d'Urgell, ha causado indignación a muchos de los habitantes del país de los Pirineos.
El motivo de dicha indignación ha sido la expresión que dijo en torno a que "la gente importada" no tiene que decidir sobre el modelo de estado.
Esta indirecta tiene que ver con el número de habitantes de Andorra que no tienen la nacionalidad andorrana, un porcentaje que supera la mitad del total de la población del pequeño país pirenaico: un 51%, según las estadísticas oficiales.
En las redes sociales, muchos usuarios se han sentido aludidos por estas declaraciones del príncipe andorrano, y han añadido a sus perfiles la frase "yo soy gente importada", como rechazo a las manifestaciones de Vives.
Más faena para el Papa
Según ha publicado el diario digital 'La Valira', un grupo de ciudadanos andorranos estaría preparando un escrito de protesta para enviárselo al Papa Francisco.
El objetivo de este escrito para la Santa Sede es que intentar que Vives rectifique y pida disculpas públicamente.
Vives también puso de manifiesto que el copríncipe episcopal tiene que existir mientras quieran los andorranos: "Es una cuestión de pueblo", declaró.
El copríncipe andorrano también ha sido tachado de "cínico y homófobo" por los colectivos feministas, tras posicionarse públicamente en contra del aborto.