Marco Asensio es hoy parte del debate sobre su continuidad en el Real Madrid de cara a la temporada que viene. El futbolista balear no contó con todos los minutos que él esperaba en el curso anterior y eso provocó que este verano se generara un debate en torno a su futuro, donde se le situaba más fuera que dentro del equipo. Pero finalmente su historia con el Real Madrid continuará, al menos, hasta 2023, fecha en la que finaliza su contrato con el Real Madrid.
Pero fue mucho antes cuando el sueño del padre de Asensio se frustró, antes incluso de que el balear aterrizara en la Castellana para maravillar a todo el madridismo. Unos años antes y atendiendo a los orígenes de la familia de Marco Asensio, el futbolista merengue podría haberse convertido en jugador del Athletic Club. Al menos ese era uno de los sueños de su padre Gilberto.
Y es que como los más fanáticos del futbolista sabrán, Gilberto Asensio tiene experiencia en el fútbol vasco, donde llegó a jugar en la recta final de la década de los 70. Incluso disputó un partido en el viejo San Mamés y en más de una ocasión ha recordado a los leones con mucho cariño. Fue allí donde su futuro como futbolista se vio truncado y desengañado de un mundo difícil decidió hacer las maletas e irse a las baleares a trabajar en la hostelería.
Allí su vida cambiaría por completo y fue el lugar donde conoció a su futura esposa y madre de sus hijos, Igor y Marco. El pequeño de la familia se destacó muy pronto en las categorías inferiores del Real Mallorca lo que le valió para que algunos equipos de la península se fijaran en él. Gilberto Asensio tenía mucho interés en los equipos del País Vasco ya que era gran conocedor de cual era la forma de trabajar del fútbol base.
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