La preocupación de los españoles aumenta hasta niveles insospechados con la nueva demostración de la todavía persistente influencia de Pablo Iglesias sobre la política española. A pesar de que el exlíder de Unidas Podemos ya ha abandonando la política hace varios meses, sus oscuros designios todavía se hacen notar en el ecosistema político de nuestro país.
Lilith Vestrynge ha sido nombrada recientemente secretaria de Estado de la Agenda 2030, una maniobra que los sucesores de Iglesias y continuadores de su pérfida ideología comunista a través de Unidas Podemos han celebrado por todo lo alto, presionando hasta el extremo a Pedro Sánchez para que se consumara este nombramiento y el desalojo de Enrique Santiago de la mencionada secretaría de Estado.
El ascenso de Lilith Vestrynge es realmente llamativo, especialmente ahora que ha terminado por asumir un puesto de extrema importancia en el que España se juega, literalmente, el futuro. La Agenda 2030 es una de las principales apuestas de futuro del país, que peligra ahora debido a la influencia y modificaciones que pueda hacer en ella Lilith Vestrynge.
La carrera de la tercera hija de Jorge Vestrynge ha sido realmente significativa y llamativa. Comenzó siendo una becaria de una institución educativa, pero su primer salto le llegaría con la llegada de Unidas Podemos al Parlamento Europeo. En el año 2014, con motivo de la celebración de las elecciones europeas, la formación morada lograría varios escaños, entre los que se encontrarían los designados para Pablo Iglesias y Tania González, de quien Vestrynge era secretaria.
Desde aquel momento, Lilith Vestrynge siempre ha estado sujeta a los designios de Pablo Iglesias, gracias al que ha ido escalando posiciones a lo largo del organigrama de Unidas Podemos a pesar de las innumerables polémicas y cruces que ha sufrido con su padre y con la famosa tarjeta SIM que fue robada del poder de Pablo Iglesias, directamente relacionada con otra de las 'amigas' de la cohorte de presuntas políticas de las que Pablo Iglesias se rodeó durante la etapa dorada de Unidas Podemos: Dina Bousselham.
Su ascenso en el organigrama político tuvo, en un inesperado giro de los eventos, al propio Pablo Iglesias como enemigo, a pesar de que la propia Vestrynge llegó a ser número tres de la formación morada cuando apenas le quedaba un año de liderazgo en el partido al fundador del mismo. Su fracaso en las elecciones autonómicas madrileñas no ha impedido que sus herederos continúen expandiendo su peligrosa ideología comunista y sus malas artes, continuando la presión sobre el presidente del Gobierno, que se deja hacer y permite que asuman el control del Ejecutivo.
Una de estas muestras de apatía de Pedro Sánchez es el nombramiento de Lilith Vestrynge como secretaria de Estado de la Agenda 2030. A pesar de tener una amplia experiencia en política, supuestamente, muchos españoles e incluso algunos de los afines al partido morado sienten que este es un nombramiento artificial, que no tiene cabida en un Gobierno serio y verdaderamente progresista y que está puramente basado en las influencias de Pablo Iglesias, que sin querer evitarlo sigue con sus tejemanejes más allá de su programa radiofónico.