El siniestro Torra traiciona a Pedro Sánchez

Hace un mes Sánchez vendió su alma al diablo Torra. Pero ya nada será igual cuando acabe la pandemia.

El siniestro Torra traiciona a Pedro Sánchez
El siniestro Torra traiciona a Pedro Sánchez

La crisis del coronavirus ha abierto los ojos a Pedro Sánchez sobre el majadero Quim Torra en un momento en el que estaba a punto de vender su alma y a España al mismisimo diablo. Desde que el brote llegó a nuestro país, Torra no ha hecho otra cosa que utilizarlo como arma arrojadiza contra España como parte de su estrategia independentista.

El tradicional victimismo de Torra

El independentismo no sólo no se impone en Cataluña sino que pierde gas, según se ha demostrado en la última encuesta del CEO. Torra necesita jugar todas las cartas en beneficio propio para remontar el vuelo. Y el coronavirus le ha venido de maravilla para fomentar la matraca de un nuevo golpe por la vía unilateral. (Descontrol en el puesto de mando: A Sánchez se le rebelan Torra y las demás autonomías)

Todo le sirve para poner palos en las ruedas de los poderes del Estado. Pedro Sánchez dice que el Gobierno ha sometido a España a las restricciones más duras de Europa y del mundo. Pero eso no es suficiente para Torra, que saca a pasear su tradicional victimismo para acusar a España de que les roba mascarillas y les mata. Torra reclama medidas más potentes. El confinamiento total, que incluye el cierre de carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos.

Y, a la vez, el Govern se preocupa por los catalanes que se encuentran en el exterior y trabaja para traerlos a casa. Y ahí llega el contrasentido. Los colegas de e-noticies.cat se lo plantearon ayer a la portavoz del Govern Meritxell Budó: "¿Cómo piensa el Govern repatriar a los catalanes si a la vez reclama el cierre de aeropuertos?" Directo a la mandíbula. Naturalmente la pregunta no obtuvo una respuesta clara. Todo son ambigüedades, porque Torra no hace política, sólo practica el independentismo.

E-noticies.com se hacía eco de una entrevista en el Punt Avui del nuevo conseller de Acció Exterior de la Generalitat, Bernat Solé, en la que aseguraba que el primer objetivo de su departamento sería ponerse en contacto con los catalanes que se encuentran en el extranjero "para que puedan volver con sus familias". Lo que el Govern no dice es cómo si, finalmente, Sánchez cede y le hace caso cerrando los aeropuertos a cal y canto. ¿A qué juega Torra y su gente? ¿A quíén quieren engañar? (Torra y compañía se llevan un tortazo épico en plena crisis sanitaria)

El confinamiento que pide Torra

A Torra le gusta hablar de "confinamiento total" para echar en cara a Pedro Sánchez que las medidas adoptadas hasta ahora por el Gobierno no son suficientes. Torra exige la paralización total de la economía y el cierre de accesos por tierra, mar y aire. A Torra, además, le han salido compañeros de viaje, como el presidente de la Comunidad de Murcia, Fernando López Miras, que reclama para su comunidad el cese de todas las actividades que no sean esenciales para la subsistencia y el abastecimiento de la población. Se refiere al transporte de mercancías, la alimentación, las farmacias y las industrias agroalimentarias o energéticas. También quedarían abiertas las gasolineras, aseguradoras, bancos, oficinas de correos, medios de comunicación y el sector primario.

Torra se quejó amargamente hace unos días en la BBC de que el Gobierno impedía a los catalanes el confinamiento en sus hogares. La mentira nauseabunda de Torra se comenta sola con la postura del Gobierno de confinar a la población, imponiendo además arrestos y multas. ¿A quién quiere engañar Torra? (“¡No vale todo! Torra no tiene altura como responsable político”. ¡Le ha costado descubrirlo al gobierno de Sánchez!)

Cuanto peor, mejor para Torra

Queda claro que Torra busca grietas para aprovecharse de ellas inoculando el virus del independentismo, en este momento mucho menos preocupante que el otro. Pero para él, cuanto peor mejor. Y si de esta salimos con una previsible crisis económica de proporciones mayúsculas, mejor caldo de cultivo tendrá el separatismo para convencer a la ciudadanía de las ventajas de la desconexión.

Por eso la Generalitat pide que toda la población permanezca en casa confinada y que solo se realicen desplazamientos esenciales para comprar comida o ir a la farmacia o al hospital. Y sólo tendrían permiso para trabajar los empleados de servicios esenciales: alimentación y su transporte, seguridad, emergencias y protección civil, salud pública, servicios penitenciarios, funerarios, predicción meteorológica, gestores de transporte e infraestructuras, radio y televisión pública, electricidad, agua potable, aguas residuales, combustibles, gas, telecomunicaciones, residuos urbanos e industriales, residuos sanitarios, suministros sanitarios, de farmacia, ópticos y ortopédicos, servicios de la industria química y de limpieza.

Ya nada será igual

Poco más o menos, lo mismo de lo que está sucediendo hoy en día en España, salvo el funcionamiento de quioscos, tintorerías, lavanderías peluquerías o comercio electrónico. También los transportes públicos, incluido el AVE, siguen activos con servicios mínimos para casos de fuerza mayor y los vuelos dentro de la Unión Europea. (¡Impresentable y traidor! Torra envía cartas a mandatarios europeos escupiendo bilis)

Sánchez abrió la mano a Torra en contra de la opinión de las fuerzas constitucionalistas, que le avisaron de que acabaría siendo traicionado. El coronavirus ha puesto a cada uno en su sitio. También al egoísmo de Torra. Ya nada será igual cuando todo esto acabe. Tampoco la patética mesa de negociación ideada para satisfacer todos los caprichos del independentismo a cambio de votos. Y es que no saben comportarse ni en una situación excepcional de emergencia como la que nos ocupa ahora.