Los partidos independentistas catalanes, Esquerra Republicana de Catalunya y JuntsxCat están dispuestos a echarle un nuevo cable a Pedro Sánchez, como ya hicieron cuando le apoyaron en la moción de censura a Mariano Rajoy.
Tras el desencuentro vivido entre el PSOE y Podemos para formar un gobierno de coalición, los independentistas catalanes, a los que podría sumarse el PNV y Bildu, están valorando seriamente apoyar a Sánchez en septiembre para evitar unas nuevas elecciones generales.
Puigdemont cambia de opinión
ERC se abstuvo en el segundo pleno de investidura, y JxCat se mantuvo en su posición negativa, pero en las últimas horas han cambiado las directrices que llegan desde Waterloo y la opinión de Carles Puigdemont puede hacer decantar la balanza hacia el apoyo "condicional" a Sánchez, que algo tendrá que dar a cambio.
El tema ha sido objeto de debate en los dos partidos catalanistas. Una corriente sostiene que el talante de Sánchez es más favorable a la negociación que el que podrían encontrarse con los tres partidos de la derecha si unos nuevos comicios les situara en el gobierno. Pero esa opinión no es compartida por la otra facción, dominante hasta ahora, que sostiene que al independentismo le iría mejor con la confrontación directa contra la intransigencia de PP, Ciudadanos y Vox, que les cargarían de razones ante los suyos para romper con España. Es decir, cuanto peor, mejor. Y lo peor para el independentismo es que Casado, Rivera y Abascal se junten para gobernar España.
Las condiciones de los catalanes
ERC y JxCat están debatiendo, por separado y conjuntamente, la estrategia a seguir, sabedores de que sus votos le darían a Sánchez esa mayoría para gobernar que no ha sabido conseguir unido a Pablo Iglesias. De hecho, no serían necesarios los votos de Podemos para que gobernara Sánchez, con la ventaja, además, de que los catalanes no le exigirían ningún ministerio. Les bastaría con un acercamiento de posturas en torno al referéndum.
El PSOE cuenta con 123 diputados. Con cuatro diputados en la cárcel y sin posibilidad de poder ejercer sus derechos políticos, ERC y JxCat suman 18 escaños, por lo que la suma con el PSOE quedaría en 141, a lo que habría que sumar el voto del Partido Regionalista de Cantabria: Total: 142. A solo nueve de la mayoría simple (más síes que noes) de la alianza PP, Cs, VOX y previsiblemente Coalición Canaria.
Los vascos también juegan
El resto lo echaría el PNV, que ya ayudó a Sánchez a echar a Rajoy en la moción de censura, y que aportaría sus seis síes; luego llegarían los cuatro de EH Bildu y el del diputado de Compromís. Total: 153. Tres más que las fuerzas de la derecha y suficiente para gobernar sin necesidad de vender el alma a Podemos... siempre y cuando a Pablo Iglesias no le dé por votar en contra, algo que parece también poco probable.
Otra opción que no no conviene olvidar es que los seis diputados de Izquierda Unida y los siete de En Comú Podem, con autonomía de voto, se salten la disciplina de coalición para evitar la repetición de las elecciones.