El separatismo no descansa y cualquier circunstancia le sirve para echar a volar la imaginación acerca de esa supuesta república que no existe. La pandemia del coronavirus ha servido para que algunos tiren de ingenio maquinando nuevas fórmulas para hacer realidad su estado independentita.
Es el caso del empresario Pere Pugès, miembro destacado de la perniciosa organización independentista ANC, que ha aprovechado el clima de incertidumbre e inestabilidad generado por el confinamiento para proponer a la Generalitat que cree una moneda digital catalana.
Una moneda llamada 'KAT'
La moneda tiene nombre y todo: "KAT". Y su utilidad se ceñiría a las transacciones internas que se produzcan dentro de Cataluña (lo de poner fronteras es una obsesión) relacionadas con productos básicos.
Con esta medida el empresario catalán pretende poner al gobierno del Estado ante el espejo de su incompetencia" por su incapacidad para cubrir las necesidades de la población. (La comisión del 155 'resucita' el momento más épico del procés: "¡La república no existe, idiota!")
Así lo ha explicado en un artículo publicado en El Món: "Dicen que estamos en tiempo de guerra, pues apliquemos las soluciones correspondientes". Y pone como ejemplo "un papel moneda emitido por el ayuntamiento de mi pueblo en tiempo de la República".
El supremacismo catalán
Y basa su elucubración en la idea supremacista de que la sociedad catalana "ha demostrado suficientemente la capacidad de autoorganización y un nivel de conciencia y solidaridad más que envidiables".
El iluminado Pugès está convencido de que "la respuesta de la ciudadanía y de los autónomos sería formidable e inmediata", porque "todo dependerá de la respuesta de los productores y de los oferentes de servicios", además de sostener que "tendremos tiempo suficiente para perfeccionar el sistema y decidir quién tiene derecho a una asignación mensual en Kats".
Y lo más importante de cara al independentismo: "si somos capaces de hacer cosas como esta, saldremos muy reforzados de esta crisis" y "quizás sí que tendremos un motivo más para trabajar, todos juntos, a favor de la República de la gente".
El confinamiento produce también alteraciones en la mente.