El Real Madrid sumó su tercer pinchazo consecutivo en el final de 2019 y cuando parecía que iba a coger carrerilla por ganar LaLiga. (Courtois pegó un rajadón de época a los arbitrajes y al VAR de España)
El conjunto blanco juega bien, pero no materializa sus ocasiones. Los de Zidane han pecado la falta de gol y en los últimos tres partidos solo ha podido marcar Benzema un tanto ante el Valencia, y de forma agónica. Por lo demás, 0-0 en Barcelona y 0-0 contra el Athletic en casa.
La sensación del vestuario merengue es buena, pero hay mucha decepción. Se han vaciado en el campo y han tenido en su mano ampliar su ventaja con el Barça. Sin embargo, se van a Navidad segundos y a dos puntos de desventaja con los culés.
El Barça pinchó en Anoeta (2-2) y el Real Madrid tuvo la oportunidad en Valencia de ponerse con un +2 en la clasificación. No fue así, empate (1-1) y todo igual para el Clásico. De haber ganado en Mestalla y en el Camp Nou se hubiesen situado en un +5, a falta de la última jornada del 2019 ante el Athletic.
Del +5 al -2
No es una fórmula matemática, aunque lo parezca. La mala suerte se ha asociado con los blancos y de sacarle, previsiblemente, 5 puntos de ventaja al Barça terminan el año segundos de la tabla con un -2 contra los azulgranas tras ver como sí que cumplían en su partido ante el Alavés y conseguían un puntazo de oro en el Clásico.
Zidane explicó en zona mixta el sentir de sus jugadores: “Molesto por mis jugadores, han merecido más. Haciendo el partido que hemos hecho me hubiese gustado un gol. Hay que tener tranquilidad. Lo importante es dar el 100% y hemos dado el 100% a todo nivel. Nos ha faltado solo el gol y ya está. No puedo reprochar nada a mis jugadores”.