Meritxell Batet es una dirigente que con el paso de los años ha emergido en la clase política. Forma parte del PSC, es presidenta del Congreso de los Diputados y está muy bien valorada por Pedro Sánchez. De hecho, el presidente del gobierno se ha dirigido a ella en varias ocasiones de la siguiente manera: "Es una mujer de su tiempo y, sobre todo, es una mujer hecha a sí misma, que es una de las cosas más desconocidas de ella". Y sí, es cierto, ese puede ser un aspecto que puede resultar desconocido en ella, pero realmente no es el único.
Es una política que no ha tenido un camino fácil. Batet se licenció en Derecho en la Universidad Pompeu Fabra, y ha reconocido en más de una ocasión haber estudiado siempre con becas, debido a que en su casa no sobraba el dinero.
Por ello, tuvo que compaginar la universidad con un trabajo para generar unos ingresos extras, que en algunas ocasiones eran los únicos que entraban en su casa, puesto que sus padres estaban separados y su madre se quedó en paro una temporada.
Trabajaba de camarera sirviendo copas
La manera que tuvo para conseguir esos ingresos extra fue como camarera sirviendo copas. Lo hizo en dos templos de la noche barcelonesa. El Nick Havanna y el Bikini. De hecho, es factible y lógico pensar que necesitaba ese dinero adicional para seguir estudiando y poder cumplir sus sueños.
Por ello, no le quedaba otro remedio que trabajar en ese sector. No obstante, y visto como está el asunto del feminismo, es factible pensar que este aspecto no guste a muchas que tanto han infravalorado y menospreciado ese tipo de trabajos llegándolos a catalogar de machistas.
Es evidente, que Meritxell Batet ya tiene su carrera hecha en el sector público. De hecho, dentro de su partido y a nivel nacional ha ido avanzando y escalando posiciones. No obstante, tuvo un pasado en el que por circunstancias tuvo que trabajar y generar un ingreso extra.
Lo hizo como camarera, un trabajo criticado en varias ocasiones por las feministas tachándolo de machista por la ropa que suelen usar estas trabajadoras. ¿Qué dirán al respecto? ¿Les parecerá mal que esta política compaginara de esa manera los estudios con el trabajo para intentar ganarse la vida?.
La realidad es que ella es lo que es hoy en día en parte a ese trabajo, que le permitió estudiar y construirse su futuro. Es una labor digna y valiosa como puede ser cualquier otra, pero que algunas no han dudado en menospreciarlo con la finalidad de sacar a relucir sus reivindicaciones, que según ellas son feministas. La verdad es que a más de uno, le gustaría saber que hubieran hecho las promotoras del feminismo en la situación de Meritxell Batet y qué pensarán de este asunto.