Ana Rosa Quintana ha decidido confesar uno de sus secretos mejor guardados. Este 19 de octubre, como cada año, se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama y la periodista ha decidido desvela que hace ocho años padeció esta enfermedad y la superó sin contárselo a nadie.
“Os voy a contar una cosa que no he contado nunca. Hace ocho años me diagnosticaron un tumor de mama. No era de los más peligrosos, era de categoría uno, pero tuve que luchar contra ello”, ha desvelado Ana Rosa, dejando sin habla a sus compañeros y también a la audiencia.
¿Por qué no contó Ana Rosa que padeció cáncer de mama?
La periodista, por otro lado, ha explicado las diferentes razones que le llevaron a callarse su enfermedad: “No lo conté porque tenía niños de seis años y no quería que se asustaran. También porque mi madre vivía y me prometí que no lo diría hasta que ella no estuviera”, ha manifestado Ana Rosa en su programa de cada mañana en Telecinco, ocho años después de haber dejado atrás la enfermedad.
Por otro lado, ha manifestado que también se lo calló para no asustar a todas aquellas personas con esa misma enfermedad a las que ha dado ánimos: “¿Y si volvía a repetirme? Si volvía les podía dar miedo a las personas a las que había dado ánimos”, ha comentado. “Han pasado ocho años, me hago mis revisiones cada seis meses o un año, ya estoy dada de alta pero sigo haciéndolas porque quiero”, afirma.
Ana Rosa ha desvelado que en circunstancias normales no le habrían detectado el tumor, pero que por fortuna se lo detectaron en una mamografía rutinaria a pesar de que se encontraba en un lugar complicado de encontrar. He aquí la importancia de las revisiones.
El mensaje para las mujeres con cáncer de mama
Finalmente, la periodista ha querido mandar un mensaje de apoyo para todos aquellos que padecen esta enfermedad: “Que sigamos con nuestra vida, que es divertirse, vivir... y que esto, tal y como es nuestro mundo, cualquiera puede padecer un cáncer”, ha concluido, dejando claro que hay que luchar y hay que seguir adelante y continuar viviendo pase lo que pase.