¡¡El sargento que recibió una paliza de los proetarras abandona Alsasua por las amenazas a su hija!!

El guardia civil que recibió una paliza de los proetarras y que todavía residía en Alsasua abandona la localidad navarra por amenazas a su hija

20 de Marzo de 2019
¡¡El sargento que recibió una paliza de los proetarras abandona Alsasua por las amenazas a su hija!!
¡¡El sargento que recibió una paliza de los proetarras abandona Alsasua por las amenazas a su hija!!

De los dos guardias civiles atacados brutalmente por encapuchados proetarras en Alsasua en 2016, el sargento Álvaro Cano seguía destinado en la localidad navarra.

Sin embargo, su situación en Alsasua se ha hecho insostenible y se ha visto obligado a pedir el traslado. 

El Instituto Armado se lo ha sido concedido, y es que la familia del sargento ha recibido amenazas muy graves.

Álvaro Cano y su pareja, que también fue agredida en el bar Kotxa, han tomado esta decisión al recibir una carta en la que amenazaban la integridad física de su hija, que tiene un año y medio.

El sargento agredido en Alsasua pide el traslado por amenazas a su hija

Este tipo de acoso recuerda al patrón de odio que durante años seguían por parte de la organización terrorista ETA.

En aquellos tiempos, como ahora con el sargento Cano, los terroristas enviaban cartas intimidatorias a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, empresarios, políticos, periodistas…

El sargento Cano llevaba 20 días destinado en Alsasua cuando, vestido de paisano, recibió una brutal paliza junto a un compañero teniente y las novias de ambos.

En el juicio, celebrado en abril de 2018, la pareja del sargento Cano explicaba lo difícil que estaba siendo vivir en Alsasua. (Joan López Alegre será el número dos del PP en Barcelona)

“Estamos sometidos a un juicio de valor en el que te sientes la agresora en vez de la víctima. Vivimos constantemente pidiendo perdón y dando explicaciones”, explicó la mujer. 

“Estaba acostumbrado a situaciones violentas, de estrés, por mi trabajo, pero esa situación nunca la he vivido. Temí por mi vida porque estábamos en inferioridad y esa sensación de odio y de rencor que tenían por ser guardia civil no la he sentido nunca”, relató el sargento.