Pedro Sánchez era el gran ausente, este pasado jueves, en el homenaje al fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba, organizado por antiguos dirigentes del PSOE con motivo de la presentación del libro, recién publicado, de su trayectoria política.
Una ausencia que sorprendía, debido al que el presidente socialista decía sentir un gran apego por Rubalcaba, habiéndole incluso organizado un funeral de Estado, pero que, a la vez, demostraba que las diferencias entre Sánchez y los históricos del partido empiezan a ser insalvables.
Y es que Pedro Sánchez ha abandonado las líneas ideológicas del PSOE en estos últimos meses, llegando a pactos con los nacionalistas vascos y catalanes, que no han gustado en absoluto dentro del partido. Veteranos como Alfonso Guerra, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Felipe González ya han mostrado su inquietud,, asegurando el ex presidente socialista que la vía tomada por Sánchez le genera "inquietud y sentimiento de orfandad".
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Un sentimiento de orfandad que se ha llegado a traducir en un verdadero hastío del veterano socialista ante las pretensiones de los ya conocidos como "sanchistas".
"No voy a consentir que nadie me mande callar" asegura Felipe González, en relación a la indiferencia de Adriana Lastra sobre los 'consejos' de los históricos socialistas "Si alguien me manda callar diciendo que es socialista, yo sé que no es socialista".
Y es que el ex presidente socialista no ha dudado, en tal especial ocasión, en recordar algunas de las acciones llevadas a cabo por Rubalcaba, con una ideología que actualmente es muy contraria a la de Sánchez, entendiéndose estas palabras como un "recordatorio" de las bases del PSOE al presidente y secretario general socialista.
"Era leal a un proyecto político, y su compromiso nunca fue mercenario, nunca fue a cambio de nada" destacaba González, lanzando una clara puñalada a los acuerdos de Sánchez con los nacionalistas.
La línea 'Sanchista' del PSOE se mantiene con Podemos
Felipe González se ha convertido, en los últimos días, en el líder del PSOE 'tradicional', contando, no sólo con el apoyo de algunos históricos del PSOE y de la gran mayoría de los votantes del partido socialista, sino también con el fundamental apoyo de diversos presidentes autonómicos socialistas, muy molestos con Sánchez por los actuales movimientos del partido desde Ferraz.
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Susana Díaz, Fernández Vara, Javier Fernández, García Page, Ximo Puig y Javier Lambán ya han hecho públicas sus quejas sobre la vía 'sanchista' del PSOE, siendo seis de los siete presidentes autonómicos socialistas actualmente en España.
Unas críticas que no han sido respondidas por el presidente del Gobierno, que ha evitado hablar de la lucha interna del PSOE, pero sí han sido respondidas desde Podemos, asegurando que los pactos con nacionalistas vascos u catalanes "refuerza una dirección de Gobierno progresista".
"El Gobierno está pasando su examen más difícil con nota" resaltaba Pablo Iglesias, zanjando las divisiones entre el PSOE y Unidas Podemos.
Sin embargo, las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno no han hecho más que dividir, aún más notoriamente, al partido socialista, que actualmente cuenta con dos vertientes enfrentadas: la línea 'Sanchista', más cercana a las ideas de Podemos, y la vertiente 'histórica', liderada por Felipe González, que busca, con sus intervenciones públicas, recuperar la Moncloa para el PSOE de grandes nombres de la historia de España como Alfredo Pérez Rubalcaba.