El ricachón pijo del descapotable era un parado. ¡¡Y Echenique y sus palmeros se lo tienen que tragar!!

El ricachón del coche ni es un cayetano, ni es pijo, ni es el dueño del coche. Esta es la verdad de las imágenes que intentó utilizar en su provecho Pablo Echenique.

El ricachón pijo del descapotable era un parado. ¡¡Y Echenique y sus palmeros se lo tienen que tragar!!
El ricachón pijo del descapotable era un parado. ¡¡Y Echenique y sus palmeros se lo tienen que tragar!!

Pablo Echenique y la prensa palmera que jalea al gobierno socialcomunista se lo han tenido que tragar. Intentaron utilizar la imagen viral del "cayetano, pijo y ricachón" que se desplazó por los barrios nobles madrileños en descapotable, con chófer y altavoz en mano.

"Animo a los vecinos de Núñez de Balboa a manifestarse en sus descapotables (el chófer es opcional) o incluso en sus yates cuando se habilite la movilidad interprovincial y puedan viajar a Puerto Banús a hacer la revolución. Esto sí cumple con las normas sanitarias. Así sí", decía irónicamente días atrás Pablo Echenique en su cuenta de twitter. (¡¡Qué mala baba!! Así han intentado pinchar las manifestaciones contra el Gobierno)

Echenique picó en el anzuelo

Le pusieron el anzuelo y picó, como todo el aparato de propaganda que sostiene al gobierno socialcomunista. Los compañeros de OK Diario han localizado al protagonista del asiento de atrás del Mercedes descapotable y han descubierto que se trata de un parado. Nada que  ver con el ricachón con chófer que nos quería vender la izquierda oficialista.

El "chófer" era el propietario del vehículo, un amigo suyo. Y él iba detrás, en diagonal, no para marcar las diferencias clasistas con el conductor sino para guardar las imprescindibles medidas de seguridad. Además, la imagen fue captada en Santander y no en Madrid.

"La revuelta pija se supera"

El mismo Antonio Maestre llegó a decir sobre esta imagen: «La revuelta pija se supera por momentos. Un tipo protestando con chófer y descapotable. He buscado y es en Santander. En la calle Hernán Cortés». Y Gonzalo Boye, el abogado de Puigdemont, añadió: «Revolucionarios post-covid en Mercedes y con chófer». Y lo mismo los digitales Público o El Plural. ("Son 'cayetanos de clase alta' con palos de golf". Echenique insulta a los españoles que no babean con sus soflamas)

Juan Viñuales es el propietario del vehículo. Y el "cayetano pijo" es Fernando Rodríguez. OK Diario los ha localizado y ha desvelado la verdad de estas controvertidas imágenes: «Simplemente somos amigos y como no vivimos juntos nos colocamos así, con la distancia de seguridad. Somos personas de bien y no queríamos que la Policía nos llamara la atención. Era por cumplir las normas de higiene por el Covid-19″, ha dicho Viñuales.

También ha dado explicaciones sobre el vehículo, que sostiene que es de escaso valor, dado que se matriculó en 2001. Es un antiguo Mercedes Clk 230 Kompressor cuyo precio en le mercado de segunda mano no supera los 4.000 euros. (¡¡"Clasistas asquerosos"!! Carlos Herrera pone en su sitio a los que llaman "cayetanos" a los manifestantes del barrio de Salamanca)

Y ha aprovechado para criticar la actuación del Gobierno en los últimos meses: "Tenemos un Gobierno nefasto, lo está haciendo bastante mal. Estamos siendo engañados constantemente", lamenta. «Todos sabemos que vamos a tener que vivir con las restricciones, al menos un año hasta que encuentren la vacuna, pero vemos que nos dejan abrir en función de si tu comunidad la gobiernan unos u otros», ha dicho. 

Y ha añadido: «Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que es el que realmente manda, no saben lo que es trabajar. Sabe más de economía una ama de casa que cualquiera de estos. Ponen gente a dedo en lugar de confiar en los funcionarios. España es rarita. He trabajado en otros países, en Alemania, en Holanda, es totalmente diferente, se prevén las cosas, los gobernantes piensan en el futuro. Aquí sólo en gastarse el dinero, vivir el día y pactar con quien sea con tal de seguir. Es muy triste», apostilla. Por otra parte, señala que «las ayudas que dan, si te pones a mirarlas, son tan burocráticamente imposibles que cuesta dinero tramitarlas, es mejor no pedirlas».

La pillada de Echenique ha sido épica.