Rookie está triste, no puede comer ni descansar. Se han llevado a su mejor amiga, una vaca. Tenían un vínculo muy fuerte y no para de llorar.
El dueño tiene problemas económicos y tiene que vender a la vaca. Roockie se escapa y despues de un buen rato la encuentra. La escena no puede ser más emocionante. Se comen a besos.
El dueño al final lo encontró y se lo llevó a casa, pero Roockie no paraba de llorar y gritar. No comía, no bebía y no descansaba.
Preocupado por Roockie, fue a buscar a la vaca. Cuando Roockie la vio entrar en casa, no podía creérselo. Ladraba, gritaba y no paraba de darle besos.
El dinero le hacía falta, pero no podía soportar ver a Rocckie tan triste. Una historia de amor entre un humano, un perro y una vaca.