El independentismo catalán esperaba un rebrote por coronavirus para el mes de octubre pero el virus ha sorprendido a todos con un rebrote en Lérida que se ha descontrolado.
Los separatistas confiaban en volver a poner el 'procés' en la primera línea antes de la nueva sacudida de la pandemia pero sus planes han quedado muy tocados por los nuevos contagios masivos. (Los alcaldes de Lérida le montan a Torra una rebelión en toda regla)
Las negociaciones entre Carles Puigdemont y David Bonvehí para salvar los muebles del PDeCat han quedado en un segundo plano ya que lo que preocupa ahora es el avance de la pandemia.
Puigdemont quería aprovechar estos meses para reordenar el espacio posconvergente y dar forma a su nuevo partido político pero la amenaza de confinamiento en Lérida y alredores así como el miedo a otro rebrote en Barcelona han dejado todo en pausa.
Asimismo, varios políticos de Esquerra Republicana han quedado en evidencia tras este rebrote. La 'consellera' de Salut, Alba Vergés, por ser incapaz de hacer los seguimientos a los contagiados y la 'consellera' de Agricultura, Teresa Jordà, y el alcalde de Lérida, Miquel Pueyo, por no anticiparse a esta situación cuando todo apuntaba a que habría problemas con los temporeros de la fruta.
Por el momento, el Govern ha descartado el confinamiento total en Lérida y alrededores pero algunos virólogos como Oriol Mitjà están pidiendo que encierren a la gente en sus casas porque es la única solución.
La única medida que ha tomado Quim Torra es obligar a todos los ciudadanos a llevar mascarilla tanto en la calle como en lugares públicos bajo sanción de 100 euros. (Torra pierde el control y la situación de Lérida ya es dramática)
Ahora, además de seguir pendientes del foco de Lérida, los esfuerzos se están centrando en controlar cuanto antes el crecimiento de contagios que se ha registrado en la Ciudad Condal.
La situación en Barcelona
155 contagios nuevos por coronavirus se han registrado en las últimas 24 horas en Barcelona. La situación está más controlada que el Lérida pero las autoridades no se confían.
Este nuevo brote ha acabado definitivamente con los planes del independentismo para estos meses de verano ya que todo lo relacionado con la secesión ha quedado relegado a un segundo o tercer plano.