El Real Madriz sí que juega. Y los árbitros también le hacen la vida imposible

El Real Madrid, con zeta, de Nicaragua, abandonó el terreno de juego en la última jornada de la liga nicaraguense disconforme con un atropello arbitral.

El Real Madriz sí que juega. Y los árbitros también le hacen la vida imposible
El Real Madriz sí que juega. Y los árbitros también le hacen la vida imposible

El Real Madrid está parado, como todos los equipos de las grandes ligas europeas y de casi todo el mundo. Aunque hay excepciones. Bielorrusia y Nicaragua mantienen sus competiciones. Y allí, en Nicaragua, juega un curioso equipo: el Real Madriz, con zeta.

Daniel Ortega se niega a cerrar las fronteras de Nicaragua y a decretar una cuarentena que paralice la vida del país. Por eso allí se mantiene el calendario de las competiciones deportivas.

Igual que el Real Madrid con los árbitros

Este fin de semana había jornada, y el Real Madriz se enfrentaba al Juventus de Managua. El equipo "madricista" se sintió perjudicado por una decisión arbitral y optó por abandonar el terreno de juego y no volver. También el Real Madriz sufre la implacable persecución que ya viene siendo habitual para el Real Madrid en la competición española.

El Real Madriz es un club modesto ubicado en la ciudad de Somoto, de 35.000 habitantes, a diez kilómetros de la frontera con Honduras, que sobrevive milagrosamente al coronavirus a 8.000 kilómetros del Bernabéu y con la zeta final de Zinedine Zidane

Somoto está situado en el departamento de Madriz, que limita al norte con el departamento de Nueva Segovia, al sur con los departamentos de Estelí y Chinandega, al este con el departamento de Jinotega y el oeste con la República de Honduras.

"Real" en honor al mejor club del mundo

Sólo les faltaba añadir el "Real" para establecer un vínculo único con el Real Madrid original, el de verdad, en 1996, fecha de fundación de la réplica blanca nicaraguense. Lo de "Real" se añadió como reconocimiento y tributo al campeonísimo de Europa.

Pero el Real Madriz se parece poco al Real Madrid. Se trata de un club muy modesto, sin grandes ambiciones. Aunque, eso sí, su camiseta también es blanca. Faltaría más.

Vive de la cantera y sus jóvenes valores emigran en busca de un progreso en su carrera en otros equipos más poderosos. Ahora ha sido noticia por protagonizar uno de los pocos partidos que se pueden ver en el mundo y abandonar el terreno de juego en desacuerdo con una decisión arbitral.