El pasado martes 12 de abril el Real sobrevivió angustiado ante un rival ambicioso y con mucha energía en el partido de vuelta disputado en el Santiago Bernabéu.
El Chelsea, actual campeón de Europa, llegó a zarandear al rey de Europa hasta el punto de llegar a pensar cerca del minuto ochenta que el Real Madrid estaba eliminado.
Es muy difícil de explicar, de manera racional, lo que pasó en dicho partido de vuelta, pero futbolísticamente hablando la impresión que causaron ciertos jugadores del Chelsea fue excelente.
De tal manera, se puede decir, que el equipo merengue ha vuelto a plantearse el interés por los defensas Reece James y Rüdiger y por el fantástico centrocampista ofensivo alemán Kai Havertz de 22 años.
Esta pretensión no es nueva porque los tres jugadores han sido relacionados en varias ocasiones con el Real Madrid en diversos períodos.
El que ha sido el fichaje más caro en la historia del Chelsea, Havertz, con 80 millones de euros ha cuajado una eliminatoria espectacular.
La sensación de peligro sobre el área rival es constante, por todos los frentes, tanto por su altura, en torno a 1,90 y sus remates de cabeza, como por su proyección ofensiva y habilidad técnica.
El héroe del Chelsea en la pasada final de Champions sería una buenísima opción para el equipo campeón español.
Los otros dos jugadores que han causado unas excelentes conclusiones al equipo directivo y técnico del Madrid han sido defensas, Rüdiger y Reece James.
El primero de ellos acaba contrato este verano y puede ser una increíble posibilidad de reforzar la parte defensiva del Madrid.
El poderoso juego aéreo que dispone, el pasado martes anotó un gol de cabeza, es una de sus principales virtudes sin menospreciar su excelentes actitudes defensivas.
Finalmente, pasa por la cabeza del entorno madridista la contratación del lateral derecho del equipo de Stamford Bridge, Reece James, la vitalidad y energía que ha demostrado en estas semifinales ha demostrado que podría ser un refuerzo impagable en el flanco derecho de la defensa blanca.
El futbolista británico tiene 22 años y es internacional inglés representando el presente y el futuro moderno del futbol europeo actual.
Lo cierto es que en el equipo de Concha Espina no ha pasado desapercibida la sensacional actuación de estos jugadores y puede que se renueve el entusiasmo por la contratación de los mismos.