El Real Madrid comenzó su camino en una nueva edición de la Liga de Campeones con una victoria brillante ante el Roma en el Santiago Bernabéu (3-0). El equipo blanco avasalló a los italianos con un partido redondo en el que, tanto en defensa como en ataque, los de Lopetegui dieron una lección de fútbol que ha maravillado a Europa.
El vigente campeón, que busca su cuarto entorchado consecutivo esta temporada, no se dio ni un respiro desde el minuto 1. Apenas habían pasado 10 minutos de encuentro cuando Gareth Bale e Isco ya habían gozado de las primeras ocasiones claras del encuentro.
La presión alta ejercida por todo el equipo y la rápida circulación de balón, de un lado a otro, hacían que el Roma no supiera por donde le venían los golpes. Sin embargo, el gol no llegaba y hubo que esperar hasta casi el descanso para ver el primer tanto de la noche.
Isco, un guante en la pierna derecha
Una falta al borde del área cometida sobre Isco Alarcón fue transformada por el propio malagueño, que la puso en la escuadra derecha de Olsen. Tocadita, con mucha clase,
Isco superó la barrera y anotó el primer gol de esta Champions para el Real Madrid. Fue un tanto que espoleó todavía más a los de Lopetegui, que en la segunda mitad no levantaron el pie del acelerador.
Gareth Bale, una locomotora
Así, tras otras cuantas ocasiones de los madridistas terminaría llegando la sentencia por mediación de Gareth Bale. El galés aprovechó un pase al hueco de Luka Modric para arrancar en carrera y batir con un latigazo de zurda, cruzado, al portero romanista.
El 2-0 dejaba el encuentro a merced de los blancos, pero el Roma dio un paso adelante a partir de ese momento.
Así, Keylor Navas, que volvió a la titularidad en detrimento de Courtois, tuvo que aparecer para, con dos paradones, evitar que los visitantes redujeran distancias. Primero ante Ünder y más tarde ante Kolarov.
La maravilla de Marco Asensio y el debut con gol de Mariano
Con el paso de los minutos, el partido fue bajando de ritmo pero la entrada de Marco Asensio y Mariano Díaz, que debutaba, avivó el fuego madridista. El balear pudo hacer el gol del año con una jugada de maestro que salvó el portero con un pie milagroso. Dentro del área, controló con reverso y mirando al tendido intentó meterla en el fondo de la red. Una jugada por la que merece la pena pagar una entrada. Por desgracia, no fue gol.
Quien sí atinó con la meta rival para poner el definitivo 3-0 fue Mariano, con un derechazo desde fuera del área a la escuadra. Una victoria redonda que hace que el Madrid sea líder de grupo desde la primera jornada.
Imagen: www.realmadrid.com