La directiva y el equipo técnico blanco consideran que, lo mejor para el equipo, ante el comportamiento tan poco disciplinado de Gareth Bale, es el de ignorarlo y que termine el contrato sin pena ni gloria. Nadie ha confiado más en el jugador galés que el equipo merengue, incluso más que sus propios compatriotas.
Se da por seguro que el galés, tras seis años en el Real Madrid, dejará el equipo español al final de temporada. Pasa a ser jugador libre y la que podría haber sido una intachable trayectoria en el equipo blanco, termina siendo un pasaje repleto de luces y sombras.
La carrera del británico en la casa blanca ha estado repleta de partidos inolvidables, de goles maravillosos y de títulos que cualquier otro jugador hubiese querido conseguir en uno de los equipos más prestigioso de Europa. Más de 100 goles y 250 partidos jugados le avalan, al margen de 4 Champions League, con actuaciones estelares, 2 ligas de España, y una posible más, 4 mundialitos de clubes, 3 supercopas de Europa, 1 copa del Rey y 2 supercopas de España.
Sin embargo, su extraño comportamiento, su mala relación con los compañeros y con el cuerpo técnico y, sobre todo, con la afición ha derivado en una situación insostenible. Los últimos acontecimientos devenidos en los que el aficionado blanco le abucheó en su propio estadio han producido una reacción de rechazo del “expreso de Gales”.
Sus condiciones son inigualables, su talento descomunal, su zurda especial, pero su comportamiento no ha calado en la casa blanca. Un equipo tan respetuoso con sus jugadores se ha tenido que contener para no sancionar, en esta última etapa del jugador con el Madrid, ni económicamente ni futbolísticamente.
Aunque ha habido precedentes, este mismo año, en el baloncesto, la directiva y staff blanco ha meditado mucho apartar del equipo al internacional galés y han llegado a la conclusión que sería más la repercusión mediática que adquiriría el caso que el daño a reparar. Por ello, se ha decidido por parte del equipo de la Castellana no sancionar a Bale para lo que queda de temporada y dejarle olvidado durante este mismo tiempo.