El Ayuntamiento de Amer, el pueblo del expresidente de la Generalitat de Cataluña, ha amanecido con unos calzoncillos cagados colgados de la fachada del edificio. No perdonan al político independentista que se marchara a Waterloo tras fracasar su Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
Puigdemont se marchó de España a finales de 2018. Vio un riesgo alto de que le detuvieran las autoridades policiales y de acabar en la cárcel. Fue por ello que optó por meterse en el maletero de un coche y abandonar el país cruzando la frontera con Francia.
Días antes, Carles Puigdemont declaró la independencia de Cataluña durante un par de segundos para luego dar un paso atrás y anularla. En ningún momento dejó de ondear la bandera de España de la fachada de la Generalitat de Cataluña pero fueron muchos los indepes que se 'ilusionaron' con Puigdemont.
Finalmente, no se declaró la independencia de la región y Carles Puigdemont comenzó con su plan de fuga mientras otros políticos separatistas como Oriol Junqueras, exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña, esperaban la aparición de las autoridades policiales para detenerle.
Han pasado tres años desde que Puigdemont dejó 'tirados' a los separatistas catalanes pero muchos siguen sin perdonarle que se marchase del país para no tener que responder ante la justicia por esa Declaración Unilateral de Independencia (DUI) breve y sin validez.
En su pueblo han vuelto a recordarle que es persona 'non grata' al colgar unos calzoncillos cagados de color amarillo en la fachada del Ayuntamiento de Amer para que todo el mundo los vea y se acuerde del expresidente de la Generalitat de Cataluña y de su fuga.
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Los 'guiños' a Puigdemont
El primer guiño y el más claro al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont es que el color del calzoncillo es amarillo. Este color es el elegido por el independentismo catalán para defender su deseo de separarse del resto de España. Puigdemont no sale de casa sin su crespón o pin amarillo.
El segundo 'guiño' es que los calzoncillos están cagados, lo que hace referencia a su cobarde fuga de España para no tener que responder ante la justicia y para no tener que entrar en prisión por haber vulnerado la legislación vigente y haber intentado romper España con la independencia de Cataluña.
El tercer y último 'guiño' es que se han colgado estos calzoncillos cagados en la fachada del Ayuntamiento de Amer, el pueblo del separatista Carles Puigdemont. En total, tres detalles que no dejan dudas de que es un 'recado' para Puigdemont.