Los indultos a los presos independentistas se ha convertido en una cuestión de Estado, ya no sólo por la oposición de los partidos de derecha a la medida de gracia a los líderes separatistas, sino también por la división que esta cuestión ha provocado dentro de las filas socialistas.
Y es que, mientras el Ejecutivo de Sánchez cuenta con el apoyo del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y el de algunos varones territoriales como Concha Andreu o Ximo Puig, muchos otros son los que se han posicionado en contra de este nuevo 'guiño' a los independentistas, destacando el rotundo 'no' pronunciado por el expresidente Felipe González, su vicepresidente, Alfonso Guerra, y barones como Emiliano García Page o Guillermo Fernández Vara.
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Una división que busca zanjar el ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra quien, tras mostrarse en contra de la medida de gracia, ha exigido la necesidad de acabar con esta división a través de un referéndum.
"Lo mejor sería que se hiciera un referéndum, que hace tiempo que no hablan las bases, y en función del resultado, que el Ejecutivo tome las decisiones" ha defendido el socialista, recordando que Pedro Sánchez, en su llegada a la dirección del PSOE, aseguró que su objetivo era "que hablara la militancia".
Los indultos podrían provocar la caída del socialismo en las urnas
La preocupación de los barones y líderes socialistas ante la insistencia del Ejecutivo en otorgar estos indultos ya se ha convertido en una cuestión pública; y es que muchos no han dudado en confesar, a través de sus redes sociales y ante los medios de comunicación, que esta estrategia es una arriesgada apuesta personal de Sánchez.
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Una apuesta que podría acabar hundiendo al Gobierno del socialista, si los independentistas son finalmente indultados y deciden reinicidir en los delitos por los que fueron condenados por el Tribunal Supremo, dejando en un 'ridículo histórico' a Pedro Sánchez y a todo su equipo de Gobierno.
Además, según los sondeos, más de la mitad de la población española es contraria a que se otorgue esta medida de gracia a los independentistas, lo que podria hacer que muchos ciudadanos exigieran un adelanto de elecciones generales, en las que ganaría el Partido Popular, según todas las encuestas, y que daría paso a una caída del PSOE también en las elecciones municipales y autonómicas de 2023.