El PSOE prefiere a ERC antes que a Ciudadanos como socio

Pablo Iglesias arrastra a Sánchez en dirección a ERC, pero la consulta del partido independentista a sus bases parece ideada para frustrar el acuerdo.

22 de Noviembre de 2019
El PSOE prefiere a ERC antes que a Ciudadanos como socio
El PSOE prefiere a ERC antes que a Ciudadanos como socio

Una vez consolidado el pacto con Podemos, el PSOE ya ha puesto en marcha para seducir a nuevos compañeros de viaje que permitan a Pedro Sánchez salir airoso de la investidura. Y la unión con Pablo Iglesias condiciona a los candidatos, hasta el punto de que Esquerra Republicana cuenta con más predicamento que Ciudadanos, la otra opción, para formar parte del grupo de formaciones políticas amigas. 

Con el PP y Vox cruzados con Sánchez por su acuerdo con Iglesias, queda Ciudadanos escorado en el centro como aspirante a formar parte del Clan Sánchez. Sin embargo, ni a Inés Arrimadas le gusta Pablo Iglesias ni a este le apetece deberle nada a la formación naranja.

Así las cosas, la nueva coalición del gobierno se ve obligado a mirar al independentismo, especialmente a ERC, cuyos 13 escaños podrían resultar vitales para que, al menos absteniéndose, permitan la puesta ne marcha del nuevo gobierno.

La polémica consulta de ERC a sus bases

El PSOE aún mantiene la esperanza de que ERC pueda facilitar con su abstención la investidura de Pedro Sánchez, a pesar de que la pregunta que hará a sus bases en una consulta este próximo lunes emplea un lenguaje que, admiten en la cúpula del partido, llama más a la confrontación que al diálogo.

"¿Estás de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?", es la pregunta que la dirección de los republicanos ha decidido hacer a sus bases, en una suerte de ultimátum a Sánchez, que hasta el momento defiende que el diálogo se sustancie en la mesa de partidos creada en el Parlament.

En la cúpula del PSOE no se cansan de reafirmar que la máxima que sigue guiando su actuación en el conflicto con el independentismo catalán es "ley y diálogo". "No vamos a hacer nada fuera de la Constitución", repiten de modo insistente, lo que excluye la posibilidad de que los socialistas se presten a negociar un referéndum pactado de autodeterminación.

Y en este sentido, el hecho de que ERC y JxCat no se pongan de acuerdo y no sean capaces de estructurar una estrategia conjunta, a la que debería sumarse la CUP, ofrece una coartada perfecta a Sánchez, que insiste en "diálogo y ley", pero antes reclama que deben ser los partidos independentistas los que dialoguen entre ellos.

El socialismo desconfía de Torra

La dirección del PSOE, al igual que el PSC, desconfía de las verdaderas intenciones de Torra con esta convocatoria y exige que tanto en éste como en cualquier otro diálogo que pudiese darse quede claro por las partes implicadas el propósito de esas conversaciones.

En la memoria socialista aún pesa la frustrada negociación de los Presupuestos de 2019, que tumbó ERC después de que se torciera la iniciativa que llegó a aceptar el Gobierno, aunque luego reculó, para crear una mesa de partidos a nivel nacional y fuera de las instituciones coordinada por la polémica figura del relator donde las formaciones pudieran ir explorando soluciones al problema catalán.

El Ejecutivo justificó entonces que las conversaciones encallaban por la insistencia de los independentistas en dirigir la negociación hacia el derecho de autodeterminación, si bien la sola aceptación por parte del PSOE de un diálogo fuera de las instituciones y de la figura del relator convulsionó internamente al partido, donde arreciaron las críticas hacia lo que se interpretaba como una cesión al separatismo.

De ahí que en el PSOE hoy incidan en la necesidad de acotar el diálogo que pueda abrirse con el independentismo, si bien nadie llega a descartar, como tampoco hizo Sánchez en su última rueda de prensa tras las elecciones del 10 de noviembre, que pueda retomarse en algún momento una iniciativa similar a aquella mesa de partidos. Pero primero, remarcan fuentes socialistas, ha de abrirse un diálogo entre los partidos catalanes.

Lo que ERC está exigiendo para facilitar la investidura de Sánchez es una mesa de negociación para solucionar el conflicto en Cataluña que sea entre iguales, sin condiciones para que se pueda hablar de cualquier tema, fijando un calendario y unas garantías para cumplir los acuerdos que se tomen.

En la dirección del PSOE no se descarta que ERC pueda ir modulando su posición hasta converger con la posición que mantienen los socialistas, si bien se admite que esta evolución en su postura, de producirse, requerirá tiempo, lo que podría demorar algo más de lo previsto la formación de Gobierno, que Sánchez querría tener resuelto antes de final de año.

Para intentar convencer a ERC de la conveniencia de que se abstengan para facilitar la investidura de Sánchez, la 'número dos' del PSOE, Adriana Lastra, les ha recordado este jueves que los socialistas y Unidas Podemos son las únicas formaciones nacionales que apuestan por el diálogo para resolver la crisis en Cataluña.