En un ambiente crispado y estando toda la actualidad pendiente de los juicios contra los líderes independentistas, el partido socialista no duda en continuar sus negociaciones con los separatistas catalanes para conseguir darle la Moncloa a Pedro Sánchez.
Con este fin, aparece la nueva oferta del PSOE a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC): la reforma de la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), la cual le daría aún más poder sobre la educación a los nacionalistas catalanes. (El PSOE pide a PP y Cs "defender España" con una abstención mientras pacta con golpistas en 47 ayuntamientos)
Según el escrito que han publicado los de Pedro Sánchez, el objetivo de esta reforma sería "una educación pública catalana, inclusiva, laica y de calidad". Es decir, hacer una reforma que haga imposible garantizar una mínima enseñanza en castellano en toda la comunidad autónoma, y dejando indefensos a los padres que quieran defenderse de este abuso lingüístico en los tribunales.
Los socialistas ofrecen "derogar la LOMCE como primera medida de apoyo al modelo de Escuela catalana", afirmando que este modelo educativo no es más que una "regresión ideológica", mientras que, por otro lado, afirman que la reforma propuesta garantizará un "dominio de las dos lenguas".
Y esto no hay quien se lo crea dado que, actualmente, la "inmersión lingüística" que practican los catalanes independentistas no es otra cosa que la imposición del catalán en comercios, escuelas, y todo tipo de ámbito público, con el fin de expulsar el castellano de la comunidad autónoma. Con la reforma propuesta por el equipo de Sánchez, se eliminarían totalmente los controles estatales sobre esta cuestión, renunciando así el Estado a perseguir el adoctrinamiento nacionalista en las escuelas a través de la lengua catalana.
El adoctrinamiento ya es una realidad
Los últimos informes de Educación en Cataluña son alarmantes. En la comunidad autónoma hay un total de 4.635 centros de enseñanza de Infantil, Primaria y Secundaria en los que no se imparte enseñanza alguna en castellano.
Solo un 1% de los alumnos catalanes (unos 15.000) tienen la posibilidad de entrar en un centro escolar con el castellano como lengua vehicular, y solamente en centros educativos privados, con un coste aproximado por alumno de 6.000 euros.
Parece que a Sánchez y su equipo les importa más llegar al Gobierno de la nación, que mantener a España unida en territorio, cultura y lengua.