Los datos del Colegio de Registradores de España, responsables de contabilizar los traslasdos de sedes sociales entre comunidades autónomas- no mienten.
Desde el 1 de octubre de 2017, día ene le que se produjo la fallida declaración de independencia en Cataluña, miles de empresas han decidido salir de la comunidad autónoma catalana e instalarse en territorios más estables, económica y políticamente hablando.
En concreto, desde el 1-O hasta junio de 2019, 4.080 empresas han trasladado sus sedes sociales.
Como contrapunto, la Comunidad de Madrid ha aumentado su captación de empresas, siendo la gran beneficiada de la crisis producida por los independentistas catalanes. Entre 2017 y2018, más de 2.500 empresas cambiaron su sede social a la capital española. En los seis primeros meses de este año 2019, Madrid ha obtenido 771 empresas nuevas, que han encontrado en la capital una localización estable para su desarrollo.
La fuga continúa, pero a la baja
En el primer semestre del 2019, Cataluña perdió 559 empresas, y ganó la presencia de 359, teniendo como resultado un negativo de 200 empresas que decidieron salir de la comunidad. (Las butifarras de Albert Boadella, presidente de Tabarnia, al procés)
Esto implica que la inestabilidad catalana sigue haciendo mella en su economía, a pesar de que las cifras son menos escandalosas que en los años anteriores: en el arranque de 2018, más de 1.300 empresas abandonaron Cataluña, frente a las 96 que apostaron por la comunidad autónoma.
Eso sí, los expertos aseguran que las empresas que han decidido salir de Cataluña no vuelven, exceptuando a unas pocas, como es el caso de AGBAR.