Enrique Calvet militó en las filas del PSOE, Ciudadanos y UPyD. Actualmente es eurodiputado independiente de ALDE (Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa). Y no duda en calificar al independentismo de "racista y totalitario".
Asegura que la independencia no forma parte de la agenda europea: "La secesión hispano-catalana no está en absoluto en los trabajos comunitarios. Ni se toca, ni se habla, ni se considera. Se entiende que es un asunto exclusivamente interno del Reino de España", explica a Crónica Global. No obstante, "los secesionistas se esfuerzan por introducir el tema en el Parlamento europeo. Pero sólo reúnen a secesionistas valones, ex del IRA y antisistema o filoterroristas".
"Los mandatarios europeos ven insólita la benevolencia española con el secesionismo"
Los mandatarios europeos, explica, se dividen “entre los que se interesan por el tema (pocos) y los que saben algo del tema (aún menos)”. Sus reacciones “oscilan entre la estupefacción ante la insólita benevolencia española y la preocupación por lo que pueda crearles de problemas interiores o de debilitamiento de la construcción europea”.
Reconoce que es uno de los eurodiputados que más lucha “por el restablecimiento del Estado de Derecho en España y de los derechos civiles de todos los españoles y la recuperación de la democracia frente al complot secesionista racista-totalitario”.
Ramón Tremosa, de PDEcat, y Calvet forman parte de la comisión de Economía e intercambian información técnica de trabajo. A parte de esto no mantienen ninguna relación ni contacto. Las iniciativas parlamentarias de Calvet consisten básicamente en preguntar a la Comisión Europea sobre “la falta de respeto a los tratados o atentados a los derechos humanos de los españoles“. En estos casos “la respuesta viene a ser siempre la misma. '¿Es que no tienen ustedes instituciones en España? ¿No hay jueces?’. Recuerdan que ellos son los responsables, no la Comisión, que solo puede ayudar por requerimiento del Gobierno español”, explica el eurodiputado.
Es muy activo en “combatir en conversaciones privadas, en redes y en el intranet parlamentario" la internacionalización de lo que califica de “golpe de estado antidemocrático”.
“No les dejo pasar ni una", afirma. "Y está funcionando. Tras tantos años de haber campado a sus anchas sin réplica en la comunicación del euro parlamento, ahora la visión idílica que habían logrado ha cambiado muchísimo".