El primer coche de Juan Carlos I: costó 100.000 pesetas y fue 'tuneado'

El exmonarca estuvo a los mandos de este mítico vehículo en su juventud

13 de Junio de 2022
El primer coche de Juan Carlos I: costó 100.000 pesetas y fue 'tuneado'
El primer coche de Juan Carlos I: costó 100.000 pesetas y fue 'tuneado'

La posibilidad de acercarse y revivir la historia, o contemplar de cerca objetos que estuvieron involucrados directamente en nuestro pasado es un privilegio del que muy pocos pueden disfrutar casi todos los días. Una de las figuras más importantes de nuestro pasado reciente es, sin duda, el Rey emérito Juan Carlos I.

Su encomiable trabajo como monarca logró establecer y asentar el espíritu de la Transición en nuestro país, consolidando la democracia cuando no parecía posible y defendiéndola con autoridad y sin ningún atisbo de duda hasta en las situaciones más tensas, como el fallido golpe de Estado del 23-F. Este pasado es el más importante para nuestro país, pero debemos remontarnos hasta su juventud para poder encontrar uno de los objetos más importantes del patromonio de la Casa Real.

Uno de los primeros coches que el exmonarca condujo en su juventud fue un Mini Morris 1275C, un pequeño utilitario en el que apenas había espacio para todos sus cinco ocupantes originales. Juan Carlos I tuvo la oportunidad de hacerse con el vehículo directamente en la fábrica de la compañía, en Navarra. La compra fue instantánea, puesto que era el vehículo perfecto para un príncipe que recién comenzaba a abrirse al mundo al mismo tiempo que el país que estaba llamado a reinar.

Juan Carlos I solo disfrutó del Mini Morris 1275C durante dos años. Después de ese tiempo, el vehículo permaneció en la realeza, puesto que el entonces príncipe lo vendió, por 100.000 pesetas, a su primo Gonzalo de Borbón. El precio de compraventa se ha mantenido a lo largo de las diferentes transacciones que ha sufrido este antiguo vehículo, que ha pasado por diferentes propietarios y ha ido adquiriendo la categoría de antigüedad merecedora de ser expuesta en alguna sala de Patrimonio Nacional.

Después de ser propiedad del primo del hoy exmonarca, el simpático vehículo pasó a manos del barón de Gotor con el objetivo de que lo condujera su esposa, como así fue durante el tiempo que el Mini Morris 1275C estuvo en propiedad de los barones. Con el paso del tiempo, aquel vehículo, sacado de la fábrica en 1969, comenzaba a sobrar en el garaje del barón, por lo que este decidió traspasar su propiedad a una mujer anónima.

La historia ha llegado finalmente a oídos de Pedro Molina, un antiguo mecánico que compró el vehículo a esta mujer anónima y que hoy por hoy guarda este utilitario en su garaje como oro en paño, deseoso de que lo adquiera "alguien cercano a la Casa Real, para que termine cediéndolo al Museo del Patrimonio Nacional".

El valor de este vehículo no es solo por el propio utilitario en sí y toda su cadena de famosos dueños, que también. Con el vehículo, Pedro Molina también tuvo la oportunidad de acceder a los papeles originales que debía llevar el joven príncipe Juan Carlos cuando hacía uso de su primer vehículo. Esta documentación carece actualmente de algún valor legal, puesto que la Dirección General de Tráfico modificó toda la documentación vial en el año 1975.

Las modificaciones que sufrió el Mini Morris 1275C para acomodarse a los gustos de su primer dueño todavía son visibles, tanto en el vehículo como en los papeles de registro de las mismas. Algunas de las más famosas y solicitadas por el propio Juan Carlos I son el cambio de motor y la adición de un carburador suplementario, para aumentar la potencia del vehículo.

Estas modificaciones trajeron también el añadido de un sistema de servofrenos y otro depósito en el maletero, para permitir una mejor frenada al volante y aumentar la capacidad de carga del primer coche del exmonarca. No se detuvo ahí: como últimos retoques a un coche mítico, Juan Carlos I solicitó que el claxon sonara como el de un Mercedes, al mismo tiempo que se tuvo que diseñar un asiento especial, con menor altura y correderas, para que el exmonarca pudiera manejar el vehículo cómodamente.