El presidente de Cantabria vende ahora que fue un 'antifranquista'

El pasado franquista complica el presente de Miguel Ángel Revilla

El presidente de Cantabria vende ahora que fue un 'antifranquista'
El presidente de Cantabria vende ahora que fue un 'antifranquista'

El Partido Regionalista de Cantabria vive los mejores momentos de sus 40 años de vida. Esta pequeña formación podría ganar por primera vez unas elecciones autonómicas (ha gobernado tres veces con pactos con el PSOE) y pretende irrumpir en el Congreso con un diputado. 

Su líder carismático, Miguel Ángel Revilla, afirma en El Plural que los ataques de la cloaca de Interior a Pablo Iglesias "es de lo más grave que he visto en los últimos años. Estoy perplejo porque me lo hicieron a mí en el año 70. Pero estaba Franco". 

¿Perseguido por Franco?

1973. Faltan dos años para la muerte de Franco y el joven banquero Miguel Ángel Revilla no está detrás de ninguna barricada: se encuentra encima de un escenario para hablar como delegado del Sindicato Vertical franquista. (El País sitúa a Vox como anticonstitucionalista tras llamarlos borrachos)

¿Discurso aperturista? Nada de eso. Tal y como recogen las hemerotecas del diario Alerta, Revilla afirmó que "tenemos que hacer comprender al mundo que el pensamiento Joseantoniano, adecuadamente actualizado, tiene plena vigencia en el contexto actual. Tenemos una ideología que siempre he pensado que era exportable en función naturalmente, de una actualización del pensamiento de José Antonio". 

Revilla contra Luis Bárcenas

En la misma entrevista Revilla ataca al que fue uno de los senadores por Cantabria, Luis Bárcenas: "Cuando salió el tema yo dije que no podía ser cierto, porque es que realmente no le conocía. Me dijeron que llevaba ocho años. Jamás estuvo ni en una toma de posesión. Es terrible la nulidad de la representación política de Cantabria en el Congreso. Van allí, reciben el sueldo, el móvil, el billete business, el despacho y van a votar lo que les ordenen sus jefes de Madrid". 

Estos paracaidistas, según el presidente de Cantabria, "jamás han levantado la mano para exigir algo. El problema es que somos un territorio pequeño, votamos solo 320.000 personas y constantemente nos hacen putadas que no repercuten en el ámbito nacional. Estamos indefensos. Por eso, tener una voz en Madrid es importante y si pudiera ser decisiva, más. Esto no es ir a un mercado persa donde se negocien votos a cambio de obras. Lo que sí haremos es exigir que Cantabria tenga lo que tiene el resto". También aseguró que "del tema ETA vivían muchos y parece que algunos lo añoran".