Margarita Robles es una de las pocas ministras que ha aguantado los constantes cambios de ministros que ha hecho Pedro Sánchez a lo largo de su mandato en nuestro país. La titular de Defensa es una de las más fieles al presidente del Gobierno y a su presidente, votando 'no' a la investidura de Mariano Rajoy.
Sin embargo, Margarita Robles tiene un pasado especial. Aunque nació en León en 1956, su familia se trasladó a Barcelona al poco de su nacimiento para probar fortuna y encontrar una vida mejor. Pero sus abuelos tenían fuertes lazos con el norte. Uno de ellos, su abuelo materno, había trabajado durante muchos años como 'Manducu' en la estación del Norte de Oviedo: el 'Manducu' es el encargado de transportar las maletas de los pasajeros más exclusivos.
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Estos orígenes humildes han dejado huella en Margarita Robles, que se puso como objetivo llegar a lo más alto posible en la judicatura española. Casi lo consigue. Después de licenciarse en Derecho por la Universidad Central de Barcelona, Margarita Robles entró de lleno en el sistema judicial español y comenzó a escalar posiciones hasta llegar a la presidencia de la Audiencia Provincial de Barcelona en 1991.
Además de ser la primera mujer en ocupar este puesto, Robles comparte una curiosa unión con Manuela Carmena y Baltasar Garzón: pertenecen a la 27º promoción de jueces y fiscales. Aunque se lleva bien con Carmena, Margarita Robles y Baltasar Garzón están unidos por una intensa enemistad que se fraguó durante los últimos años de Gobierno de Felipe González.
Margarita Robles acumuló en esta época experiencia como política, puesto que ocupó el puesto de secretaria de Estado de Interior subordinado al ministerio de Justicia e Interior. En esos momentos, el titular de aquella cartera era también un jurista: Juan Antonio Belloch. Pertenece al ala progresista de la judicatura española y siempre ha ido de la mano de los proyectos políticos del PSOE, aunque no tiene el carnet ni está afiliada al partido.
Precisamente por este motivo siempre ha tenido una relación algo incómoda con el Partido Socialista, puesto que fue una de las primeras en denunciar el terrorismo de Estado que practicaban los GAL, además de ordenar la retirada de los fondos gubernamentales que recibía la organización y la puesta en marcha de la investigación por el secuestro y asesinato de Lasa y Zabala.
Sánchez apostó por ella de nuevo en 2016, cuando la rescató para colocarla en la lista de Madrid como número dos, solo por detrás de una de sus compañeras de promoción: la propia Manuela Carmena. También ha confiado en ella para dirigir el ministerio de Defensa, aunque ha tenido más problemas que aciertos a la hora de desempeñar ese cargo.
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Siempre que puede, Margarita Robles hace un viaje o dos. Es una viajera empedernida, pero la tierra natal de su madre es uno de sus puntos débiles. Su lugar favorito de toda España es el pueblo de Candás, Asturias. Se suele desplazar allí en su coche, un Hyundai Getz que fue presentado como propiedad de la ministra en la última declaración de bienes que hizo ante el Congreso de los Diputados.