La reaparición pública de Rocío Carrasco, a través de la docuserie 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' provocaba una verdadera movilización social contra el maltrato de la mujer, y en especial, contra el ex marido de Rociíto, acusado de malos tratos, quien era 'condenado' por la opinión pública española, y sentenciado por Mediaset a abandonar para siempre los platós de televisión de la cadena.
Una condena que ha comenzado a desmoronarse, después de que cada vez aparezcan más datos y testimonios que no concuerdan con la versión dada por Rociíto sobre su vida matrimonial con Antonio David.
Testimonio de Carrasco que contrasta, del mismo modo, con los resultados del polígrafo al que se sometió Antonio David en el plató de 'Enemigos Íntimos', donde salió airoso, determinando la máquina que el ex colaborador de Telecinco nunca había tocado un pelo a su mujer.
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Así pues, a la pregunta de: "¿Has maltratado alguna vez a tu exmujer, Rocío Carrasco?", Flores aseguraba de forma tajante que "No", siendo esta respuesta confirmada por la máquina. Algo que, tras las declaraciones de Rociíto, era ignorado por los defensores de la hija de la más grande, despreciando los resultados del polígrafo, asegurando que en aquel momento, el ex Guardia Civil había conseguido engañar a la máquina de la verdad.
Doble vara de medir para proteger a Rociíto
Sin embargo, donde dije 'digo', digo 'Diego', y ahora, los grandes defensores de la socialité, la 'marea fucsia', ha decidido aprovechar los resultados de otro polígrafo al que se sometió Antonio David para cargar contra el ex marido de Carrasco y contra Amador Mohedano.
Así pues, la marea fucsia ha aceptado de buen grado los resultados de Copérnica, la otra máquina de la verdad que han usado en Sálvame, que dictaminaba que era verdad la confesión del ex colaborador, que aseguró que había preparado con Amador Mohedano la entrevista en la que hablaba de los "inmigrantes" de Fidel Albiac.
Una entrevista que fue preparada por ambos, no para manipular la información dada, sino para dar pie a las confesiones de Mohedano, pero que está siendo utilizada ahora por los fans de Rociíto para criticar que los 'enemigos' de la socialité llevan años trabajando "con un guión escrito".