El Golf español confiaba este año en conseguir la medalla de oro olímpico con la participación de John Rahm, número uno del mundo, como representante del país en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sin embargo, este domingo de madrugada, el mundo del golf se detenía un instante: y es que la gran esperanza del mundo del golf daba positivo por Covid-19, siendo su segundo positivo este verano, obligándole a renunciar a viajar a Tokio.
Pocas horas después, la Real Federación Española de Golf enviaba un comunicado en el que exponía que, al no tener tiempo suficiente "para encontrar un sustituto y cumplir con todos los protocolos sanitarios [...] el golf español estará únicamente representado, en categoría masculina, por Adri Arnaus".
Una noticia que dejaba sorprendidos e indignados a muchos fans de este deporte... ya que la RFEG dejaba fuera de la competición mundial a Santiago Tarrío, el siguiente jugador en el ránking español.
"El error es nuestro" reconocían desde la Federación "tenemos que entregar una lista previa con los posibles jugadores olímpicos [...] nosotros confeccionamos esa lista sobre el mes de marzo con cinco nombres entre los que no estaba Tarrío".
Tarrío, hundido: "es una injusticia"
Ante la noticia de que el tercer jugador de golf más talentoso del actual ránking no estaría en los Juegos Olímpicos de Tokio, él mismo reconocía su frustración ante los micrófonos de El Mundo.
"Se confirma que no podemos ir [...] Es una injusticia muy grande. Es cierto que entonces estaba lejos, pero todo mi equipo se lo merece" se lamenta el gallego.
Así pues, recrimina a la Federación que en ningún momento se pusieran en contacto con él ni con su equipo, viendo su trayectoria en los últimos meses: "Yo ni siquiera sabía que existía una lista [...] Obviamente, nunca he ido a unos JJOO y no sé cómo funciona".
"Estoy muy jodido, sobre todo por mi equipo. Era una oportunidad única; entiendo que es un error, que puede suceder, pero es un error muy caro, y no hay forma de compensarlo" se ha lamentado el golfista, que luchará por estar presente en los JJOO dentro de tres años.