Alberto Rodríguez, diputado de Unidas Podemos, era condenado esta semana a un mes y 15 días de prisión e inhabilitación especial, sustituibles por una multa de 540 euros, por agredir a un policía durante los altercados del 25 de enero de 2014 en Tenerife, durante una visita del mininistro de Cultura del momento, José Ignacio Wert, a la isla canaria.
"Es evidente que soy inocente y que no hay ni una sola prueba de agresión" aseguraba el diputado, siendo defendido por su formación, que llegaba a asegurar que todo era un "montaje" contra el representante morado, y que no había "prueba" alguna de que hubiera agredido al agente.
Una 'inocencia' que el podemita defendía ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, presidida por Manuel Marchena, donde el ahora condenado aseguró que llegó al lugar de los hechos cuando ya habían concluido los incidentes entre la Policía y los manifestantes.
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Testimonio que, sin embargo, contrasta con el ofrecido por la víctima de la agresión, que ha sostenido su versión desde el inicio del proceso, aportando el certificado médico del golpe sufrido, e identificando sin dudas a Alberto Rodriguez, asegurando la víctima que sí conocía al diputado podemita por otras manifestaciones, pero que nunca le había visto en actitud violenta.
"La credibilidad del testigo viene avalada, además, por la persistencia en la versión mantenida desde el principio y por la inexistencia de cualquier clase de animadversión contra el acusado" señala la sentencia.
Los vídeos, clave para la causa contra Rodríguez
Sin embargo, a pesar de la total credibilidad que la Sala ha dado a la declaración de la víctima, han sido los vídeos del suceso los que han determinado la inclinación del tribunal por la culpabilidad del podemita.
Y es que, a pesar de que no aparece en ningún momento del vídeo, de apenas dos minutos de duración, la agresión de Rodríguez contra el policía, sí se observa cómo, a pesar de la declaración del diputado morado, sí se encontraba en el lugar de los hechos durante el enfrentamiento entre manifestantes y policía, siendo fácil distinguir su figura entre los manifestantes.
Algo que pone en evidencia la sentencia, que destaca las contradicciones en la declaración del diputado, que "negó encontrarse en el lugar de los hechos en el momento en que se producen enfrentamientos físicos".
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Así pues, en los vídeos, se constata que el condenado podemita "aparece en uno de los vídeos en un grupo de personas que se colocan enfrente de varios agentes policiales que están equipados, al menos en parte, con equipos antidisturbios de protección, de donde resulta que, aunque, como sostiene, ya fuera al final, cuando ya está en el lugar, los incidentes aún no habían finalizado y que aún había posiciones enfrentadas entre agentes equipados y distitnas personas, entre las que se encontraba el acusado" se destaca desde el Tribunal.
Palabras que demuestran, no sólo la 'culpabilidad' dictada por el Tribunal Supremo contra el diputado morado, sino también las 'mentiras' pronunciadas por Rodríguez ante el juez, con la intención de evitar que le relacionasen con los violentos hechos que sucedieron a su alrededor cuando él aún no formaba parte de la formación morada.