El pijama: ¿Cuál es el origen de esta tradición para dormir?

El pijama es una prenda pensada para dormir y descansar, aunque pasados los años, se ha convertido en una prenda multiusos

05 de Junio de 2022
El pijama: ¿Cuál es el origen de esta tradición para dormir?
El pijama: ¿Cuál es el origen de esta tradición para dormir?

La historia del pijama es cuanto menos interesante, empezando por su propio nombre: la palabra pijama proviene del término persa ‘pae-jama’ o ‘pai-jama’ que significa ‘ropa para cubrir la pierna’. ¿Estás listo para un recorrido por la historia de esta prenda tan presente en nuestro día a día o...noche?.

El origen de la historia del pijama: otomanos y camisones

La historia conocida del pijama empieza en el Imperio Otomano, alrededor del siglo XV, de ahí que su nombre actual derive de una palabra persa. Mientras en Oriente ya utilizaban esta prenda para dormir, en Occidente todavía eran populares los largos camisones al estilo túnica, tanto para hombres como para mujeres.

En países como Pakistán, India, Irán o Bangladesh, utilizaban camisas holgadas y largas que colocaban sobre pantalones anchos de tejidos suaves muy confortables y cómodos. Pero estos precursores de los pijamas actuales no llegarían a Europa hasta el siglo XVIII, cuando los ingleses importaron esta prenda desde sus colonias británicas en Oriente.

Siglo XiX y XX, el pijama se populariza

No solo los ingleses habían conocido la comodidad de esta prenda, sino que todo aquel que usaba pijama se convencía de su utilidad. Así, hacia finales del siglo XIX ya se había convertido en una práctica común ponerse un pijama antes de ir a dormir.

Primero fue una prenda destinada a las clases altas, pero poco a poco fue popularizándose y también aquellos de las clases bajas tenían su pijama para dormir. Estos se confeccionaron con telas de menor calidad, pero a precios más asequibles, aunque igual de cómodos. De este modo, cualquier persona, sin importar la clase social a la que perteneciera podía utilizar ropa para dormir.

En 1902 unos conocidos almacenes jugaron un papel fundamental en la historia del pijama cuando los introdujeron en su stock y los promocionaron de esta forma: “Simplemente, lo mejor para dormir y viajar. Su apariencia admite una mayor libertad que todas las otras vestimentas de noche".

El surtido era enorme, con distintos tejidos entre los que elegir, como seda para el verano o algodón para el invierno. Y dependiendo del nivel económico que tuviera quien iba a adquirir esta prenda, también dependería la calidad del pijama adquirido. Hay que decir que por esta época todavía era una prenda destinada principalmente a uso masculino. Pero esto no duraría mucho tiempo.

El cine no tardó en promocionar las ideas de Chanel. Actores y actrices de Hollywood llevaban por igual pijamas de dos piezas en las películas. De hecho, muchos famosos excéntricos comenzaron incluso a coleccionarlos, poniendo en valor una prenda que únicamente se destinaba a dormir. Para muestra, un par de datos: el empresario Hugh Hefner decía tener como mínimo 100 pijamas; y el cantante Kurt Kobain se llegó a casar con uno puesto.

El pijama hoy en día

El pijama ha perdurado en el tiempo y ha llegado a nuestros días para formar parte de nuestra vida. Aunque hay mucha gente que únicamente duerme con una camiseta y ropa interior, el pijama sigue simbolizando el relax y el tiempo libre en casa. ¿Quién no tiene como mínimo un pijama en casa?.  Estar en pijama por casa es una de las cosas más placenteras de la vida.

Los primeros que aparecieron en la historia poco tenían que ver con los que conocemos hoy en día. Solían ser más transparentes y llevar detalles que bien podrían ser de camisas y otras prendas, nada adecuados para un cómodo descanso. Pero los avances tecnológicos y el cambio de las tendencias en la moda llevaron el pijama a otro nivel. Un nivel donde la comodidad, la calidad y el confort son lo más importante, sin dejar de lado diseños con los que nos sintamos a gusto.

Hay quienes prefieren camisas abotonadas y con bolsillos, los que quieren un pijama tipo chándal con el que sentirse bien o aquellos que no pueden renunciar a uno de franela en invierno. Y en diseños hay tanta variedad que se nos dificulta incluso elegir.