Alcaldes y cuadros territoriales afines a la dirección del PDeCAT han impulsado un manifiesto que pide "huir de pensamiento único" en la reordenación de JxCat y defienden que el partido no puede dejar de existir, sometiéndose as los caprichos que llegan de Carles Puigdemont desde Waterloo.
Huir del pensamiento único
Este texto, avanzado por Nació Digital, choca con el lanzado el sábado por cargos electos y votantes de JxCat en el que, bajo la etiqueta de 'Junts', urgen a impulsar "sin más demora la ordenación" del espacio político de la formación, con más de 2.000 adheridos.
El manifiesto afín a la dirección del PDeCAT pide reconfigurar un espacio en el que, además de huir del pensamiento único, destaquen valores como el de la buena gestión, entre otras cuestiones.
"Un proyecto político como este, como lo que representamos, no se puede diluir y aún menos dejar de existir", reza el texto, que la dirección del partido no ha promovido.
Herederos de un proyecto nacionalista
También reivindican que forman parte de una tradición política que siempre ha acogido y ha buscado contar con personas diversas: "Para sumar siempre estaremos, pero desde el reconocimiento de los sumandos. Reivindicamos la construcción nacional efectiva y haber movido la centralidad del catalanismo hacia el independentismo dejándolo en el sector mayoritario de la sociedad catalana".
Además, se definen como herederos de un proyecto político que tiene en su ADN la "reivindicación nacional"; la defensa de la economía productiva; el modelo de escuela catalana; la defensa del mundo rural; el reequilibrio territorial; la defensa de los trabajadores y autónomos; la industria; el modelo sanitario; los derechos individuales y colectivos, y la cultura del trabajo.
De todo ello se deduce fácilmente que el independentismo, la herencia de Puigdemont está ahora más desunido que nunca y sus objetivos más lejanos que cuando el Procés intentó activar la vía unilateral de la desconexión con España.