Abandonar el puesto de trabajo de forma indefinida es algo que no se puede permitir cualquiera. Kiko Hernández ha tomado la decisión de apartarse temporalmente de los platós para superar la pérdida de tres seres queridos, un familiar y dos amigas, en un plazo muy corto de tiempo. El colaborador de Sálvame no volverá a pisar el plató del programa en un tiempo, pero tiene un colchón económico de sobra para podérselo permitir.
Y es que Kiko Hernández lanzaba hace solo unas semanas al mercado su propia marca de aceitunas de Campo Real, una variedad de aceitunas muy apreciada y que se están vendiendo como churros. Hasta el punto de que este debut como empresario de Kiko en el mundo de la alimentación le ha permitido poder dejar de trabajar en televisión al menos de momento.
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El propio Kiko anunciaba antes de su huída de los platós que había vendido más de 25.000 paquetes de aceitunas. Esto significa que el colaborador de Sálvame ha podido embolsarse sin pisar ningún plató la nada desdeñable cifra de 75.000 euros. En un mes, ha ganado lo que muchos tardarían años en conseguir y casi sin mover ni un dedo.
Las aceitunas de Kiko Hernández se venden en packs de 6 botes de 250 gramos a 13,79 euros y en packs de otros tantos botes de 800 gramos a un precio de 21,29 euros. Como Kiko no diferenció a la hora de expresar que había vendido 25.000 unidades, haciendo la media se puede establecer que ha ingresado alrededor de 75.000 euros, siendo 57.500 el mínimo posible que ha podido ingresar y 88.750 el máximo.
El pelotazo de Kiko Hernández
Evidentemente, a esas cantidades hay que restarle los gastos que se hayan generado con la producción y los porcentajes de comisiones, impuestos, etc. Aun así, se trata de un pellizco lo suficientemente alto (y subiendo) como para poder perder de vista durante unos meses a Belén Esteban, Jorge Javier Vázquez o Carlota Corredera, entre otros compañeros.
Con el paso del tiempo, Kiko Hernández acabará volviendo a Sálvame: es un hecho que su trabajo está en la tele, ya que no sabe hacer muchas cosas más y hace casi 20 años que su vida está enfocada a eso. Sin embargo, por ahora tiene dinero de sobra como para poderse permitir una escapada que le ayude a superar los problemas personales que ha sufrido en los últimos meses.
Por otro lado, el pelotazo de Kiko no hace más que alimentar las malas lenguas que insinúan que Kiko está fingiendo nuevamente una enfermedad, en este caso una depresión, para ahuyentarse de Sálvame en un momento delicado y a un paso de estrenarse como actor teatral. ¿Habría hecho lo mismo de no tener ese colchón económico que le han brindado las aceitunas?
Sea como sea, la audiencia cruza los dedos para volver a ver a Kiko en televisión lo antes posible ya que, incluso aunque a mucha gente le cae mal, es uno de los colaboradores que más contenido llevan al programa de Telecinco cada tarde y su ausencia va a hacer mucho más aburridas las tardes de los espectadores.