Las próximas elecciones a la presidenta de Cataluña se van a ver determinadas por las fuertes divisiones que existen entre los partidos independentistas, favoritos en las encuestas de opinión para liderar la Generalitat catalana a partir del 14-F.
Y es que, mientras que ERC, clara favorita, ha roto todos los lazos que en esta legislatura le unían a JxCAT, los de Carles Puigdemont han comenzado una guerra abierta contra el PDeCAT.
Una guerra que, además de implicar los derechos electorales en TV3, obligará a los de JxCat a iniciar una campaña para recoger los 7.000 avales requeridos para presentarse a las elecciones, de acuerdo con la ley electoral.
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Una cantidad de firmas que los de Puigdemont están convencidos de conseguir, estableciendo una recogida de firmas a partir del 27 de diciembre, colocando stands en distintos municipios, contando con que conseguirán los avales necesarios antes del 4 de enero, asegurando que el contexto de la pandemia no afectará a sus planes.
Tal es la seguridad en su plan de recogida de firmas, que fuentes internas del partido de Puigdemont han asegurado a Vozpopuli que no será necesario "aplazar las elecciones" para que puedan tener los avales necesarios.
Una seguridad que viene dada por la elección de Laura Borràs como candidata del partido, que genera confianza entre las bases, y que es considerada una "candidata potente" contra el favorito, Pere Aragonés. Sin embargo, los de JxCat cuentan también con un as en la manga: Carles Puigdemont.
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Además de la figura de Borràs, los independentistas de Junts cuentan con aprovechar el tirón que, a día de hoy, aún mantiene el ex president fugado dentro de las líneas más extremistas del independentismo; un apoyo que podría ser clave para conseguir los 7.000 apoyos que necesitan.
Sin embargo, Carles Puigdemont no quiso interferir en el proceso de primarias, evitando decantarse por algún candidato, y muchos son los que aseguran que el ex president no se pronunciará en la campaña electoral de Borràs, centrándose en su estrategia europea para no perder su inmunidad.
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"En algunas ocasiones ha descuidado el partido para centrarse en su lucha judicial en Bruselas" confiesan fuentes internas del partido al citado diario.
Sin embargo, sí se espera que Puigdemont recupere parte de su anterior protagonismo tras las elecciones del 14 de febrero, momento en el que se sabrá si la Eurocámara retira la inmunidad al fugado, aprovechándose este contexto para señalar a ERC como 'cómplice' del Estado opresor.