El ornitorrinco es quizá el animal más raro del mundo. El aspecto de este animal se caracteriza por ser una mezcla entre un castor y un pato, algo realmente fascinante teniendo en cuenta las notables diferencias entre estos animales.Es mamífero, pero sus hembras carecen de mamas: las crías lamen la leche que emana a través de unas glándulas en el abdomen de sus madres y que sale de una manera parecida al sudor. las hembras: No paren ponen huevos.
Este curioso animal es uno de los cinco mamíferos monotremas (ovíparos) del mundo. Hay más extrañas particularidades de esta especie menuda (mide entre 40 y 60 centímetros y pesa entre uno y dos kilos) que vive en Australia y del que los aborígenes creen que es el fruto del romance entre una rata de agua y un pato.
Se trata de los únicos mamíferos venenosos que existen, puesto que los machos ornitorrincos presentan un espolón que libera un veneno capaz de provocar un dolor intenso en las personas. Pero ¿es mortal el veneno del ornitorrinco? Para pequeños animales sí, para los humanos no.
Actualmente preocupa el ornitorrinco porque podría desaparecer. Un estudio reciente del International Union for Conservation of Nature alerta de la grave reducción de ejemplares debido a la pérdida de su hábitat, la invasión del plástico en los ríos y el cambio climático. Ahora habitan en el este de Australia y Tasmania solamente entre 30.000 y 50.000 ejemplares adultos.
Anteriormente, existían poblaciones de ornitorrincos en Australia Meridional, pero estas fueron reduciéndose hasta llegar a su extinción. En esta zona solo sobrevive una reducida población en la isla Canguro.
La australiana Universidad de Nueva Gales del Sur lidera el riguroso estudio que se está llevando a cabo para contabilizar a los ornitorrincos, estudiarlos, analizar su diversidad genética y promover medidas para protegerlos.
En 2010 se descubrió que la leche de las hembras (que emana a través de poros de su abdomen) contiene una proteína que podría ser eficaz para combatir la resistencia a los antibióticos. «También su bioquímica es singular», ha explicado la bióloga Janet Newman.
Para capturarlos y estudiarlos, han extendido unas redes en el río Bunyip, en el estado de Victoria (Australia). Los ornitorrincos no son fáciles de atrapar: son noctámbulos, solitarios y huidizos.